En Tesla tenían ya muy claro hace unos años que el futuro de los automóviles pasaba por los motores eléctricos. Como ocurre con los combustibles fósiles y las energía renovables, la transición desde los motores de combustión hacia los eléctricos no está siendo sencilla ni rápida.
Es evidente que en los últimos años mucho se ha avanzado al respecto y que hoy en día tener un eléctrico no es ya algo al alcance de unos pocos, sino más bien lo contrario. Si bien es cierto que no es precisamente una marca que esté apostando por hacer crecer el mercado de los eléctricos gracias a sus precios populares, también lo es que es la fama de este tipo de modelos los que sí que esta ayudando a que cierto tipo de conductor los vea ahora con mejores ojos.
A ello se le debe sumar la creciendo oferta de este tipo de modelos en nuestro país y en el resto de grandes mercados donde, eso sí, la cuota de mercado de los eléctricos es aún muy menor en comparación con la que tienen los modelos de combustión.
La tecnología de carga rápida que puede impulsar las ventas de los eléctricos en el futuro
Eso sí, como bien saben en Tesla así cómo en el resto de marcas que apuestan por los eléctricos, uno de los principales inconvenientes de estos modelos es el tiempo que se tarda en cargar sus baterías.
Y es que, a no ser que se pueda cargar en un cargador de alta potencia, donde el tiempo será de unos 30 minutos, que ya es mucho en comparación con lo que cuesta llenar un depósito de gasolina, los cargadores básicos que muchos tienen en su garaje tardan unas cuantas horas en cargar el coche.
Es por eso que ya se están llevando a cabo diferentes investigaciones para reducir estos tiempos de carga ya sea a través de cables más potentes, de cargas inalámbricas o, como es este caso, de una batería cuántica.
Es el Centro de Física Teórica de Sistemas Complejos del Instituto de Ciencias Básicas (IBS) de Corea del Sur el que está estudiando en un sistema de carga a través de baterías cuánticas, es decir, unas baterías que son capaces de cargar todas sus celdas de manera simultánea y en muy poco tiempo.
Si bien es cierto que los responsables de la investigación apuntan que aún deben pasar entre 3 y 5 años para poder tener un prototipo fiable de este tipo de baterías, apuntan que, con ellas, los tiempos de carga de este tipo de baterías, que se pueden aplicar a otros productos, se reduciría de 10 horas a 3 minutos en el caso de un cargador normal en casa así cómo de 30 minutos a apenas 9 segundos con un súper cargador.
Una tecnología incipiente pero que, sumada al resto de investigaciones que se están llevando a cabo, es evidente que va a ayudar a que, en un futuro, cargar un coche eléctrico no sea tan problemático como lo es ahora.
