Mitsubishi, por mucho que no pueda presumir de tener una enorme cuota de mercado ni en España ni en Europa, sí que puede presumir de ser una de las marcas mejor valoradas entre muchos clientes, entre otras cosas porque el fabricante japonés siempre se había caracterizado por tener modelos muy interesantes en lo que se refiere a diseño y relación calidad precio.
Sin embargo, los que tienen a este fabricante como una de sus referencias sabes muy bien que en los últimos años la marca ha optado por una estrategia que no ha dejado indiferente a nadie, entre otras cosas porque pasa por ser una estrategia en la que Mitsubishi aprovecha como no lo había hecho ningún fabricante hasta ahora sus conexiones con otros fabricantes, en este caso con Renault y con Nissan, las marcas con las que forman una alianza desde hace años.
Si bien es cierto que muchos fabricantes, especialmente aquellos que forman parte del mismo grupo, comparten en muchos casos plataformas, motores y tecnologías, poco se habían atrevido como lo ha hecho Mitsubishi a poner en el mercado en modelos que no dejan de ser copias exactas de modelos de sus marcas aliadas, tal y como ha hecho la marca japonesa recientemente con el Colt, no deja de ser un Renault Clio, o el ASX, que no deja de ser un Renault Captur.
Mitsubishi sigue apostando por su polémica estrategia
No son precisamente pocos los que están esperando que la marca japonesa optó por un cambio de estrategia, pero precisamente se han dado a conocer en las últimas horas algunas informaciones que no hacen otra cosa que evidenciar que Mitsubishi no tan solo va a seguir apostando por esta fórmula sino que va a implementarla con nuevos modelos.
En Europa llegarán nuevos modelos de Mitsubishi que se basarán en los Renault Symbioz y Renault Megane eléctrico, pero será en el mercado estadounidense, uno de los más importantes para la marca japonesa, donde el fabricante lanzará un modelo que en este caso no se basará en un Renault sino en un Nissan, concretamente en la nueva generación del futuro Nissan Leaf, un modelo que dejar atrás su etapa de contacto y se convertirá en un SUV 100 × 100 eléctrico.
Veremos hasta qué punto la marca japonesa seguir apostando por esta estrategia que muchos consideran polémica y que no hace otra cosa que perjudicar la imagen del propio fabricante, pero lo que es evidente es que, al menos a corto plazo, su estrategia va a seguir siendo la misma.