Si bien es cierto que algunos de los mejores argumentos que ha tenido históricamente BMW han sido el diseño y las prestaciones deportivas de algunos de sus mejores modelos, no es que sea precisamente ningún secreto que, como ocurre con tantas otras marcas premium, los alemanes se han caracterizado siempre por ser una de las marcas más avanzadas tecnológicamente y que han introducido en la industria del automóvil algunas novedades que en su momento fueron pioneras y que han sentado las bases para muchos otros fabricantes años después.
Un buen ejemplo de ello fue la introducción hace ya unos años por parte de BMW de unos neumáticos que eran capaces de seguir funcionando correctamente pese a haber tenido un pinchazo, una novedad que al principio, como suele ser habitual en estos casos, se podía encontrar en los mejores modelos de la marca pero que luego poco a poco se fue democratizando y ampliando a la inmensa mayoría de ellos.
Y es que no es que sea precisamente ningún secreto que es un pinchazo puede ser uno de los peores dolores de cabeza con los que se puede encontrar un conductor, especialmente en ciertas situaciones donde no es ni fácil ni rápido contactar con algún especialista que pueda ayudar en este sentido. Es por eso que la inmensa mayoría de fabricantes han decidido en los últimos años eliminar la ruedas de repuesto y apostar por un kit anti pinchazos, una tecnología que ahora BMW ha llevado un paso más allá.
El nuevo kit anti-pinchazos de BMW
Si bien es cierto que la marca alemana no se ha esmerado mucho con el nombre de este nuevo kit anti pinchazos, kit llamado kit de reparación de neumáticos plus, sí que lo ha hecho con su mecanismo que ayuda a que, si el pinchazo no es muy profundo (máximo 6 milímetros) y el daño no es significativo en el neumático, se pueda seguir circulando durante como máximo 200 km a una velocidad máxima de 80 km/h, margen más que suficiente para encontrar una solución a este problema provisional.
Se trata de una mecanismo basado en un sellador y en un compresor que están integrados en un disco con tres imanes y que estos imanes se adhieren a las cabezas de los tornillos de las llantas de aleación. como apuntan en el fabricante, cuando se active el compresor y la presión de inflado ya haya alcanzado los 1,5 bar, será entonces el momento en el que se podrá retomar la marcha, eso sí, teniendo en cuenta la distancia y la velocidad máxima recomendadas.
Una tecnología que puede ayudar a que ciertas situaciones sean menos complicadas de lo que no eran respecto al pasado, aunque cabe destacar que son muchos los conductores que siguen esperando que las marcas ya sean de neumáticos o de coches den más pasos adelante es en este sentido.