Eduardo Losilla ha pasado toda su vida entre números, décimos y quinielas. Desde pequeño que despertó la curiosidad por las combinaciones, ya que sus padres regentaban una administración. Ahora, él es la figura al frente del Quinielista, todo un referente de las administraciones de loteria en Barcelona para aquellos que les gustan los juegos de azar. Con el paso del tiempo, se ha ganado una gran fama en el sector por todo el conocimiento en combinatoria, el cual han intentado transportar también en la Lotería de Navidad, aunque en este caso todo dependa de la fortuna.

🔴 Comprobar sorteo Lotería Nacional hoy sábado 20 de enero en directo
 

📍 Lotería de Navidad 2023: novedades, premios y todo lo que tienes que saber

🍀 La leyenda urbana del "número del Rey" de la Lotería de Navidad y donde comprarlo
 

Actualmente, la administración del Quinielista se encuentra en la Gran Via de les Corts Catalanes, 492, de Barcelona, pero sus orígenes se sitúan en una recepción al lado de la oficina central de Correos, antiguamente situada cerca del Port de Barcelona. En aquel momento, era un núcleo importante de la ciudad, donde había gran movimiento: "Iba mucha gente a enviar cartas", recuerda Losilla. Lo que en un principio era una apuesta por la quiniela, ha acabado convirtiéndose en una administración con una amplia cartera de sorteos.

La administración inventó la primera quiniela por Internet

La irrupción de Internet supuso un punto y después para la administración, que desde 1999 se adentraron en este nuevo paradigma. Una decisión que les ha permitido ganar importancia en el sector y convertirse en todo un referente. "Estuvimos al momento adecuado y en el lugar adecuado", confiesa Losilla. Pero detrás de toda casualidad también hay un gran esfuerzo, sobre todo de aprendizaje por parte de los propietarios de la administración. Losilla asegura que ellos "no han inventado nada". Sin embargo, ser los pioneros no es fácil, y ellos lo consiguieron cuando su padre se convirtió en la primera persona de España a hacer una combinación de quiniela por ordenador, todo un hito del momento.

La administración hizo una fuerte apuesta para introducir las computadoras a la hora de hacer las quinielas y, para conseguirlo, contrató expertos en informática de la época. "Cuando se empezó a oír hablar de Internet, mi madre me decía que me lo mirara y aprendiera", asegura a Losilla. Y así lo hizo. Él, que se había pasado toda la vida escuchando hablar de combinatoria, también empezó a ganar conocimiento en informática, convirtiéndose en un experto de la materia. Con los años, la tecnología ha avanzado y el Quinielista no ha dejado escapar el tren: "Es una continua actualización", reconoce.

eduardo losilla
Eduardo Losilla, propietario de la administración el Quinielista

Este conocimiento les ha permitido posicionar al frente, haciéndose un nombre en el mundo de las quinielas, y apareciendo a los medios por tener fama de ganar siempre. Pero el elemento que más los diferencia es su dedicación a la estadística, que atrae un perfil de jugador muy concreto. "Estamos especializados en la estadística. Tenemos registradas todas las combinaciones que han salido, con la quiniela eso siempre se ha tenido en cuenta para hacer combinaciones", explica. De hecho, desde hace años diseñan programas especializados de combinatoria. En el caso de la lotería de Navidad, Losilla admite que "se trata de un sorteo muy tradicional, con menos combinaciones y más papel del azar". Sin embargo, intentan aplicar al máximo el conocimiento en el sector, facilitando una "pequeña aportación" con una base de datos de todos los números premiados en el sorteo extraordinario.

El Quinielista también ha repartido premios de la Lotería de Navidad 

Con respecto a los premios, el Quinielista no se queda corto, habiendo repartido decenas de millones. En la Lotería de Navidad, han sido premiados con un tercero y un quinto, aunque donde más triunfan es, evidentemente, en las quinielas, donde han repartido 16 millones de euros. Losilla, sin embargo, recuerda un premio que los dejó sin palabras: un Euromillones premiado con 54 millones. Se trataba de una compra por Internet y, por lo tanto, él era quien tenía el boleto en las manos. "No sabía ni dónde guardarlo, era toda una responsabilidad. Una cosa así solo pasa una vez a la vida", asegura.