Las consecuencias de hacer la guerra en pleno siglo XXI. Imágenes grabadas por cámaras de seguridad en las cuales ha tenido acceso la BBC muestran cómo un grupo de soldados rusos matan a tiros a dos hombres desarmados en un taller de bicicletas en las afueras de Kyiv en las primeras semanas de invasión. Acto seguido, los militares entran en el negocio, lo requisan y beben botellas de güisqui. Cuando se dan cuenta de que una de las cámaras los está grabando, la destrozan, pero ya es demasiado tarde: han sido pillados cometiendo los crímenes. Teniendo en cuenta la facilidad del ejército ucraniano para identificar soldados rusos con tecnología de reconocimiento facial, sobre todo cuando se trata de criminales de guerra, es de esperar que ya sepan de quién se trata. Con respecto a las dos víctimas de este incidente, la cadena británica ha podido saber que se trata del jefe del taller y del vigilante de seguridad del negocio, Leonid Pliats, quién consiguió sobrevivir a los tiros durante unas horas, pero se acabó desangrando mientras era escondido esperando asistencia. Ucrania ha informado de la muerte de 37 civiles ejecutados en esta misma carretera que conecta la capital.

Los hechos

Las autoridades ucranianas ya investigan los hechos por posibles crímenes de guerra, informa la BBC. En los vídeos grabados por varias cámaras de seguridad, se ve como un grupo de unos cinco soldados rusos armados se acercan al taller de bicis. En un principio, el guardia de seguridad del negocio, Leonid Pliats de 65 años, se acerca a la valla para hablar con ellos, y no parece que haya ningún problema. El medio británico destaca como todos parecen relajados, e incluso fuman mientras hablan. Finalmente, los militares se marchan. Según los testimonios entrevistados por la BBC, los soldados les habrían dicho que ellos no mataban civiles. Pero tan solo unos instantes después, dos soldados vuelven a la entrada y disparan repetidamente a las espaldas del vigilante y el dueño del taller a través de la reja. Las imágenes capturadas por una cámara de seguridad fija en otro ángulo muestran cómo Pliats sobrevive el tiroteo, y huye con muchas dificultades hacia su cabina para esconderse.

Desde dentro de la cabina de vigilancia, las imágenes muestran cómo el hombre herido intenta llamar a alguien para que lo ayude. Desgraciadamente, nadie pudo asistirlo y murió desangrado en el escondite|escondrijo. Cuando un par de soldados voluntarios del ejército ruso consiguieron infiltrarse en el recinto en medio del fuego ruso, Pliats ya era muerto. Las cámaras también han registrado una furgoneta blanca marcada con el símbolo 'V' del ejército ruso y las palabras 'fuerzas especiales de tanques rusos', aparcada delante del taller. En el interior, los soldados se sientan en la oficina, que ha sido visiblemente revuelta, y abren botellas de güisqui. Según la BBC, los militares requisaron bicicletas y patinetes de la tienda. No es hasta que se dan cuenta de la cámara dentro de la oficina que uno de los soldados la golpea con su ametralladora y se corta la señal.