El expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado este miércoles que interpondrá una demanda colectiva contra Facebook, Google y Twitter y sus consejeros delegados para hacerles "rendir cuentas" por lo que considera un ataque a su "libertad de expresión".

En una rueda de prensa retransmitida desde Bedminster (Nueva Jersey), Trump ha asegurado que buscará probar la ilegalidad del veto de sus cuentas, pero también defender la Primera Enmienda de la Constitución y que las "Big Tech" dejen de "silenciar", "poner en una lista negra" y "cancelar" a los estadounidenses.

A día de hoy, las cuentas de Trump en las redes sociales Facebook y Twitter permanecen suspendidas tras el asalto violento de una turba de sus seguidores al Congreso de EE. UU. el pasado 6 de enero, algo que ha calificado desde entonces de "censura" y "abuso". El exmandatario iniciará en el estado de Florida la demanda, apoyada por el America First Policy Institute, que agrupa a políticos de su línea ideológica y exmiembros de su gabinete, y ha asegurado que en su equipo legal contará con abogados que han defendido a empresas tabaqueras.

"El caso probará que esto es ilegal, inconstitucional y completamente antiestadounidense", ha sentenciado Trump, que intentará una restitución" y compensación por "daños punitivos" por parte de los gigantes de las redes sociales, a quienes tachó de "agentes del Gobierno" de EE. UU..

"Vamos a hacer rendir cuentas a las 'Big Tech' y será la primera de numerosas demandas. Vamos a ser líderes y cambiar el país. Será una batalla crucial en defensa de la Primera Enmienda y estoy seguro de que obtendremos la victoria para EE. UU., para la libertad y la libertad de expresión", ha comentado.

El magnate también ha invitado a unirse a la demanda a personas contrarias a su ideología, incluidos demócratas, bajo el argumento de que las grandes tecnológicas se han aliado con el Gobierno para decidir qué es desinformación, y que dentro de unos años podrían ser ellos las víctimas. En su intervención, el expresidente, se ha rodeado de varias personas agraviadas por la suspensión de sus cuentas y de figuras como Pam Bondi, exfiscal del Distrito Sur de Florida, que forma parte del equipo litigador.