El acuerdo de fusión entre Netflix y Warner Bros. Discovery (WBD) por 82.700 millones de dólares (más de 70.000 millones de euros) podría estar en peligro por obstáculos regulatorios antimonopolio, oposición política y disputas competitivas. Netflix anunció este viernes la compra definitiva de Warner Bros Discovery, incluidos sus estudios de cine y televisión, HBO Max y HBO, tras una disputada licitación de meses en la que participaron grandes estudios rivales como Paramount y Comcast. El presidente Donald Trump ha reconocido que esta operación “podría ser un problema” por la cuota de mercado, y ha advertido que se involucrará personalmente en la decisión. Trump expresó cierto escepticismo el domingo sobre las perspectivas de aprobación. "Bueno, esto tiene que pasar por un proceso, y veremos qué pasa", dijo a los periodistas mientras caminaba por la alfombra roja de los Premios Kennedy Center en Washington, junto a su esposa Melánia. "Tienen una cuota de mercado muy grande", dijo Trump sobre Netflix. "Cuando tienen Warner Bros., esa cuota sube mucho". Trump aseguró que consultaría "a algunos economistas" antes de que el acuerdo recibiera su aprobación. "Yo también participaré en esa decisión", dijo.
Una operación bajo control antimonopolio
Históricamente, los presidentes no se han involucrado a menudo en las aprobaciones antimonopolio cuando las empresas quieren fusionarse. Pero las injerencias de Trump y los cambios drásticos que ha introducido en la manera en que las empresas estadounidenses tratan con el gobierno federal han sido una constante durante sus mandatos. Así, ni Netflix ni Warner Bros. poseen ninguna emisora, por lo que el acuerdo no requeriría la aprobación de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), dado que el acuerdo de compra excluye canales de cable como CNN, TNT o Discovery, que se separan en una entidad diferenciada llamada Discovery Global. La FCC supervisa principalmente licencias de transmisión broadcast y de cable, no así fusiones estrictas de estudios de cine, televisión y streaming como esta. Pero la operación sí requiere el visto bueno de varias autoridades reguladoras de la competencia, tanto en EE. UU. como internacionalmente, para verificar que no genere un monopolio en el streaming y el cine. Así, la Comisión Federal de Comercio (FTC) y el Departamento de Justicia (DOJ) examinan estas fusiones bajo las leyes antimonopolio como la Clayton Act; analizarán si la cuota combinada (casi el 50% del mercado) perjudica la competencia, los precios y los consumidores. Trump, como presidente, puede influir en la aprobación de la fusión a través de estos departamentos que dependen de su administración y que revisan los riesgos antimonopolio.
La relación de Trump y la familia que controla Paramount
Algunos medios han recordado que la Casa Blanca favorece a Paramount Skydance, respaldada por aliados de Trump, como David Ellison, hijo de Larry Ellison, magnate d’Oracle y donante republicano cercano a Trump, que compró Paramount recientemente. Los críticos denuncian que Trump y la Casa Blanca les “favorecen” porque Ellison resolvió demandas con Trump (como una edici a “60 Minutes” de la CBS), y bloquear Netflix preserva la competencia con este aliado, evitando que Netflix controle “todo Hollywood”. El presidente Trump, sin embargo, se reunió la semana pasada con el CEO de Netflix, Ted Sarandos, en el Despacho Oval, durante más de una hora, y dijo a los periodistas que el ejecutivo había hecho “un trabajo increíble” en la empresa, sin mostrar ninguna oposición pública a la fusión y dejando a Sarandos con la impresión positiva de que el presidente no se opondría a la operación, a pesar de la relación con la familia Ellison.
La división de Warner para proteger los canales de cable
En junio, WBD presentó sus planes para dividirse en dos empresas cotizadas: una rama de streaming y estudios construida alrededor de Warner Bros, HBO, HBO Max y las bibliotecas y archivos de cine y televisión del grupo; y una división separada de Global Networks, más tarde llamada Discovery Global, con CNN, TNT Sports, los canales de Discovery y servicios como Discovery+ y Bleacher Report. De esta manera, cualquier comprador solo podía adquirir los estudios y los activos de streaming, mientras que las redes de cable heredadas se separaban en un negocio independiente. Paramount, con el apoyo de Skydance, hizo más de una propuesta de compra mayoritaria que el consejero delegado y presidente de Warner Bros., David Zaslav, rechazó. Paramount denunció el jueves, en una carta abierta, imparcialidad en el proceso, acusando a WBD de favorecer a Netflix.
El acuerdo del viernes se producía tras una licitación de varias semanas, en la que Netflix se ha impuesto con su oferta de 28 dólares por acción, que ha superado la oferta de Paramount Skydance de casi 24 dólares por la totalidad de Warner Bros. Discovery, incluidos los activos de televisión por cable que se prevé que se escindan. Los dos gigantes pretenden completar la transacción en el tercer trimestre de 2026, cuando Warner escinda su unidad de canales de televisión por cable Discovery Global.
El pastel del negocio del streaming y el impacto de la fusión
WBD, resultante de la fusión entre WarnerMedia y Discovery, es un actor clave en el mundo del cine, propietario de sagas como James Bond y Harry Potter, la franquicia de DC Comics y clásicos de la edad dorada, pero afronta la competencia del streaming y el cambio de hábitos de los consumidores. Netflix ya es el servicio de transmisión en continuo de pago más grande del mundo, con más de 300 millones de suscriptores, y títulos clave de la cultura pop contemporánea, como Squid Game o Stranger Things, con un fuerte crecimiento tras la pandemia de la covid-19 (2020), que impulsó el consumo de entretenimiento digital por encima del presencial. Conseguir los activos de Warner Bros. Discovery crearía un gigante con una influencia aún mayor sobre los propietarios de salas de cine y los sindicatos de la industria del entretenimiento. De hecho, en el pastel del streaming, Netflix ya se ha comido más del 30% de la cuota de mercado en Estados Unidos, y si compra Warner Bros. Discovery (WBD), con sus joyas como HBO, Harry Potter y DC Comics, se engulliría casi la mitad del pastel entero. Esto crea un “monopolio” potencial, en el que una sola empresa domina los precios, el contenido y la competencia, perjudicando a consumidores y rivales, y podría obligar a las empresas más pequeñas a fusionarse en su lucha por competir.
