Pavel Filatyev tenía claras las consecuencias de compartir su experiencia de la guerra de Ucrania. El exparacaidista sabía que si explicaba detalles de lo que se había encontrado durante la guerra podría correr el riesgo de ir a la prisión, sería tildado de traidor y rechazado por sus compañeros del ejército. Incluso su madre lo habría instado a huir de Rusia. "No veo justicia en esta guerra. No veo la verdad aquí", explicaba en una conversación con un periodista del The Guardian. "No tengo miedo de luchar en esta guerra. Pero necesito sentir justicia y entender que lo que estoy haciendo está bien. Y creo que todo eso está fallando, no solo porque el gobierno lo ha robado todo, sino porque nosotros, los rusos, no sentimos que lo que estamos haciendo sea correcto".

Hace un par de semanas, Filatyev visitó su página de la red social rusa VKontakte y publicó un escrito de 141 páginas. Una descripción del día a día de cómo su unidad fue enviada a Ucrania desde Crimea, llegó hasta Jersón, capturaron el puerto marítimo y estuvo bajo fuego de artillería durante casi un mes en Mykolaiv. Donde fue herido y evacuado con una infección en el ojo.

"Estábamos sentados bajo el fuego de artillería en Mykolaiv. En aquel momento, pensé, solo estamos aquí haciendo tonterías. Por qué tenemos que estar en esta guerra. Y realmente tuve este pensamiento: Debe, si sobrevivo, haré todo lo que pueda para detener eso". Hasta ahora, su relato ha sido el más completo que ha visto la luz y es que estuvo 45 días recogiendo sus memorias. El ninguno de la red de derechos humanos Gulagu.net, que ha ayudado en Filatyev a salir de Rusia, Vladimir Osechkin, ha expuesto a que "es muy importante que alguien sea el primero", tal como recoge el mismo diario británico. Filatyev también se ha convertido en el primer soldado que se ha marchado de Rusia oponiéndose a la guerra.

"Tardé semanas en darme cuenta de que no había guerra en Rusia"

En sus escritos, bajo el nombre ZOV, Filatyev destaca que su unidad llegó exhausta y mal equipada en Ucrania después de una lluvia de cohetes y con poca logística y sin saber exactamente por qué se estaba produciendo la guerra. "Tardé semanas en darme cuenta de que no había guerra en territorio ruso y que acabábamos de atacar Ucrania". Después de capturar el puerto de Jersón, detalla que los soldados cogían ordenadores y cualquier cosa de valor. También saqueaban las cocinas buscando comida. "Comíamos de todo, avena, comida triturada, mermelada, miel... nos habían llevado al límite, nos importaba todo una mierda". "En qué estado salvaje puedes llevar a las personas al no pensar en el hecho de que necesiten dormir, comer y lavarse", escribía. "Todo a nuestro alrededor nos daba una sensación como de desgraciados, solo intentábamos sobrevivir".

"Sé que sonará salvaje, pero el soldado (que roba un ordenador) sabe que aquello vale más que una de sus nóminas. Y quién sabe si estará vivo mañana, de todos modos. No intento justificar los hechos, pero creo que es importante decir por qué la gente actúa así", explica Filatyev al The Guardian. Así, también ha criticado la "degradación" del ejército, incluyendo uso de equipos y vehículos anticuados y que habían expuesto soldados rusos. El rifle que le dieron antes de la guerra estaba oxidado y tenía la correa rota. "Solo éramos un objetivo ideal". "No estaba claro cuál era el plan, como siempre, nadie sabía nada".

En este sentido, destaca que la mayoría de personas del ejército están "descontentas con lo que está pasando allí, están descontentas con el gobierno y sus comandantes, están descontentos con Putin y su política, están descontentas con el ministro de defensa, que nunca ha servido al ejército," escribía. Desde que las palabras de Filatyev se han hecho públicas, los miembros de su unidad han cortado el contacto con él de manera rotunda. Pero tal como explicaba al mismo diario británico, tiene la certeza que un 20% de ellos daba apoyo a sus palabras.

Los seis meses de calvario previo antes que empezara la guerra

El historiador, autor e investigador Chris Owen, a los cuales uno se ha hecho eco otras experiencias de soldados en Ucrania en Twitter, ha traducido algunos fragmentos de las palabras de Filatyev, que no se han traducido todavía. En este sentido, detalla que antes de empezar la guerra, unos seis meses antes, Filatyev se estaba entrenando con su unidad en Crimea, aunque no fue una buena experiencia para él. Filatyev viene de una familia de militares, tuvo una primera etapa y una segunda que empezó en agosto del 2021. Pero durante estos meses de entrenamiento, encontró que no había camas en las barracas de su unidad. Pero, no únicamente. Detalla que cuando se acabó la temporada de verano se mudó a un hotel. "Tuve que correr como un sin techo de un cuartel en otra, buscando una cama dónde dormir, hasta que encontré un lugar para alquilarme a cargo mío [después de] 3 semanas". La comida que tenían no era suficiente. "No hay suficiente comida para todo el mundo, las patatas de la sopa en el agua están crudas, el pan es rancio". Además, también destaca que la higiene básica era difícil porque el suministro de agua se interrumpió, lo cual provocó la falta de duchas o lavabos que funcionaran.

También relata que los uniformes no llegaban. Tuvo que esperar unos 10 días para recibir uniforme de verano, pero los zapatos no eran de su talla. Al final, consiguió otras por su cuenta. Destaca también el desorden que había en los entrenamientos y misiones preparatorias.

 

Imagen principal: soldados ucranianos haciendo movimientos en la zona de Járkov / Efe