¿Posible cambio en la guerra? El ministro de Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov ha cargado este lunes contra el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, después de que este haya hecho nuevamente unas declaraciones pasadas de tono y que no han gustado a la parte rusa, que las ha descrito como "fuera de lugar". Borrell, en un típico estallido belicista, había afirmado esta mañana que la guerra actual "se ganará en el campo de batalla" ucraniano. Lavrov ha respondido con contundencia, señalando que estas palabras implican un "cambio radical de las reglas del juego".

"Esto que ha dicho Josep Borrell, incluso en este contexto agresivo y sin precedentes, cambia significativamente las reglas del juego", ha continuado, en una entrevista este mismo lunes. De hecho, ha calificado el giro de "muy grave, incluso por la política que empezó a implementar sin lugar a dudas la Unión Europea y en general Occidente bajo la dirección de los Estados Unidos" desde el inicio de la invasión rusa. "Se trata de una política que refleja amargura y, hasta cierto punto, rabia y que no tiene solo que ver con Ucrania", ha dicho. Y es que, según ha compartido al mismo diplomático ruso, la Unión Europea todavía no se había proyectado nunca como una organización militar, que, por el contrario, sí que lo es la OTAN.

Borrell vuelve a la polémica

El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores ha señalado en una atención a los medios de comunicación después de la reunión de los titulares de Exteriores de los países del club comunitario que "el ejército ruso será el mismo la próxima semana y la otra, independientemente de si les compramos gas o no". Esta ha sido su respuesta ante la pregunta sobre la aplicación de un posible nuevo paquete de sanciones al país ruso. Borrell sostiene que la implementación de las sanciones "tiene efectos a medio plazo" y tiene claro que "aunque se decida cortar el gas ruso la próxima semana, el ejército de Rusia no tendrá menos medios para poder luchar a la guerra por este motivo". En este sentido, el jefe de la diplomacia europea apunta que el foco se tiene que poner en "la ayuda a Ucrania" y la dotación de material defensivo a los ucranianos.

Uno de los acuerdos que ha surgido del encuentro de este lunes de los responsables de Exteriores de la UE es que se apoyarán en la Cort Penal Internacional (CPI) y Ucrania en la documentación y recogida de pruebas de presuntos crímenes de guerra que han cometido los rusos en Ucrania. En esta línea, se ha consensuado ayudar financieramente a los fiscales de la CPI y también proporcionar un equipo de expertos que exploren "sobre el terreno" estos crímenes. De hecho, durante la reunión, todos los ministros de Exteriores europeos, conjuntamente con Borrell, han mantenido una videollamada con el fiscal jefe de la Cort Penal Internacional, Karim Khan, que ya ha anunciado que se abrirá una investigación por todo lo que ha pasado en el país ucraniano. También ha intervenido el fiscal general de Ucrania.

La reflexión de Josep Borrell sobre el impacto de las sanciones en Rusia se produce en un momento en que el debate sobre la aprobación de más 'castigos' está atascado. No hay acuerdo entre los diferentes países miembros. El jefe de la diplomacia europea ha reconocido a los medios de comunicación que todavía están discutiendo "como poder implementarlas" y, así, "evitar lagunas". En todo caso, Borrell ha afirmado que "no hay nada fuera de la mesa, incluidas las sanciones sobre el petróleo y el gas". "Hoy se ha hecho solo una discusión general, pero es importante que distingamos entre el petróleo y el gas", ha indicado Borrell. Para precisar, el socialista ha explicado que "el año 2021, la cuenta de las importaciones de petróleo fue cuatro veces superior al del gas, estamos hablando de 80.000 millones de euros y 20.000, respectivamente". En opinión de Borrell, es "relevante empezar por el petróleo, dado que es una factura grande y fácil de sustituir".