El Tribunal Supremo de Rusia ha cumplido sus amenazas y ha prohibido el movimiento LGTBIQ+ en el país al considerarlo una "organización extremista", a consecuencia queda prohibida cualquier actividad del movimiento en territorio ruso. El juez del Sumprem, Oleg Nefédov, ha dictaminado a favor de la reclamación que presentó hace dos semanas el Ministerio de Justicia, porque denuncian que el movimiento viola las leyes que penalizan el extremismo y el odio social y religioso. La decisión será de efecto inmediato, y por lo tanto prohíbe la propaganda, la publicidad, generar interés y animar a integrar las filas del movimiento LGBTIQ+. Sin embargo, la medida no "afecta al derecho de los ciudadanos a la vida privada", ya que la homosexualidad dejó de ser un delito en Rusia en 1993.

"Tendencias extremistas"

La vista se ha hecho a puerta cerrada y solo con la presencia de representantes del Ministerio de Justicia. Aunque los activistas LGTBIQ+ crearon in extremis la organización Movimiento Internacional Civil LGTB-que no existía hasta el moment-no han invitado a la vista. El Ministerio de Justicia denunció que se habían detectado "tendencias extremistas", que incluyen "la incitación al odio social y religioso", en las actividades del movimiento.

Varias organizaciones de derechos humanos rusas se dirigieron ayer al Supremo para evitar que se decretara el movimiento LGTBIQ+ como extremista, alegando que "es imposible" considerar un movimiento cívico a una serie personas que pertenecen a un grupo social o están unidos por cualidades personales concretas. "Eso sería tan absurdo como, por ejemplo, decir movimiento social a todos los pensionistas o a la gente que pertenece a una particular etnia", señalaron. Además, acusaron al Estado de querer "controlar las creencias" de los rusos, al mismo tiempo que inculcan "los valores familiares 'tradicionales', supuestamente incompatibles con las actividades de este movimiento". "También se contradirá con las cláusulas de la Constitución que establecen que Rusia es un Estado laico", insistieron. Los activistas advirtieron que los organizadores del movimiento podrían ser condenados a 10 años de prisión, a más de la persecución de cualquiera de sus integrantes.

Cruzada de Rusia con el movimiento LGTBIQ+

La persecución de Rusia contra el movimiento LGTBIQ+ no es nueva. En noviembre del 2022, la Duma aprobó una ley que prohibía totalmente la propaganda LGBTBIQ+ la pedofilia y el cambio de sexo. En julio de este año, prohibió las operaciones quirúrgicas de cambio de sexo, una decisión que provocó una gran alarma entre la comunidad transexual. El presidente de la Duma, Viacheslav Volodin, afirmó que era una decisión que "protege a nuestros ciudadanos, niños." Además, añadió "este es el camino que conduce a la degeneración de la nación. Para nosotros, eso es inaceptable".

El viceministro de Justicia, André Luguínov, aseguró ante la ONU que en Rusia no hay discriminación ni persecución de la comunidad homosexual, y consideró que la prohibición de las manifestaciones públicas de este colectivo responde a los valores morales del país. La reforma constitucional de 2020 introdujo el concepto de que el matrimonio es una unión entre un hombre y una mujer, después de que Putin asegurara que, mientras sea presidente, en Rusia no habrá matrimonio homosexual.