Después de la victoria histórica del Sinn Féin en las elecciones, el parlamento de Irlanda del Norte ha quedado bloqueado porque la segunda fuerza política se niega a formar en gobierno. El Acuerdo del Viernes Santo de 1998 obliga a crear gobiernos de coalición, pero el Partido Democrático Unionista (DUP) asegura que no entrarán en el ejecutivo hasta que no se rompa el protocolo del Brexit en Irlanda del Norte.

Es por eso que, después de 18 meses en funcionamiento, el acuerdo del Brexit vuelve a estar sobre la mesa y el gobierno de Westminster se plantea romperlo unilateralmente con una nueva ley. Un hecho que no solo provoca tensiones con Bruselas, sino también entre las comunidades del Norte de Irlanda, históricamente divididas y ahora confrontadas por su posicionamiento sobre el Brexit.

¿Qué es el Protocolo del Brexit de Irlanda del Norte?

El referéndum de 2016 marcó un nuevo capítulo en la historia del Reino Unido: la salida de la Unión Europea. En Irlanda del Norte, la opción de seguir siendo un estado miembro ganó con un 56% de los votos, pero junto con Escocia fueron las dos únicas naciones que llevaron la contraria a la opción mayoritaria de abandonar la UE.

Intensos meses de negociaciones siguieron después de la votación, y no fue hasta el 2019 que el Reino Unido y Bruselas pactaron un acuerdo definitivo de salida, con la situación en Irlanda del Norte como uno de los puntos más relevantes de las negociaciones.

La frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda es la única frontera terrestre de la corona británica. Sin embargo, con el fin de acabar con los conflictos en este territorio, los acuerdos de paz de 1998 establecieron que no puede haber una frontera física entre el norte y el sur de la isla de Irlanda.

La salida del Reino Unido de la UE planteaba, pues, un dilema: si Irlanda del Norte ya no era parte, Bruselas tendría que aplicar los controles que aplica a todos los países de fuera de la Unión, cosa que implicaría un control aduanero entre el norte y el sur.

Gran parte de las negociaciones se centraron en evitar que eso pasara y se vulnerara el Acuerdo del Viernes Santo. Por eso, acabaron creando el llamado protocolo d'Irlanda del Nord. Eso establece que Irlanda del Norte continúa dentro del mercado único europeo, y sus bienes pueden circular sin controles hasta la República de Irlanda. Ahora bien, significa también que los productos del Reino Unido que entren en la isla tienen que pasar controles en los puertos de Irlanda del Norte, una idea que no gusta a los partidos unionistas ni al gobierno de Londres.

Imagen sobre la situación aduanera en Irlanda después del Brexit CAT - Laura Cercós
La situación aduanera en Irlanda después del Brexit. / Laura Cercós

¿Por qué quieren romper el Protocolo del Brexit?

La oposición del Partido Democrático Unionista (DUP, por sus siglas en inglés) al protocolo del Brexit fue el principal motivo de la dimisión del último primer ministro en Irlanda del Norte, Paul Givan. Consideran que las consecuencias económicas han sido desastrosas, y que el hecho de que de facto haya una frontera con el resto del Reino Unido hace que no tengan el mismo estatus que el resto de ciudadanos británicos y se incumpla también parte de los acuerdos de paz que los considera ciudadanos británicos de pleno derecho.

Su posición como segunda fuerza del parlamento les ha dado ahora la posibilidad de bloquear el parlamento de Irlanda del Norte si no se cumplen sus peticiones de romper el protocolo del Brexit. Según establecen los acuerdos de paz, el gobierno de Irlanda del Norte tiene que estar formado por un primer ministro y un vice primer ministro que representen las comunidades unionistas y nacionalistas.

Con la victoria histórica de Sinn Féin este mes de mayo, partidario de celebrar un referéndum por la unificación de Irlanda, se tendría que formar por primera vez un gobierno dirigido por nacionalistas. Pero los unionistas se niegan si el protocolo no cambia. Después de que el primer ministro británico Boris Johnson se reuniera este lunes con los líderes de los dos partidos, el líder unionista Sir Jeffrey Donaldson volvió a defender su posición. "Quiero ver la posición de Irlanda del Norte dentro del Reino Unido totalmente respetada y totalmente restaurada porque eso es lo que decía el acuerdo", defendió.

El gobierno del Reino Unido ha admitido que el protocolo ha provocado impactos que no preveían cuándo lo aprobaron y ahora lo quieren cambiar con un nuevo proyecto de ley. La ministra de exteriores británica, Liz Truss, anunció este miércoles en la Cámara de los Comunes que ya trabajan para aprobar una ley para liberar el movimiento de mercancías británicas de la "burocracia innecesaria" y las barreras reguladoras. Según Truss, "en las próximas semanas" el ejecutivo de Boris Johnson tramitará un proyecto de ley que anulará algunas disposiciones y aspectos de esta norma.

¿Qué significa romper el Protocolo de Irlanda del Norte?

Desde Bruselas ya han advertido que cualquier cambio en el protocolo tendrá consecuencias. El profesor Iain Begg del European Institute de la London School of Economics and Political Science asegura en declaraciones en ElNacional.cat que "la UE se sentirá obligada a reaccionar, pero querrá evitar la escalada del conflicto".

"Por ejemplo, podría ser menos flexible sobre otros controles de frontera, principalmente en el canal inglés", augura. Begg añade que la Comisión Europea "también podría romper, o amenazar con romper, las conversaciones que ahora están en marcha para que el Reino Unido pueda formar parte del programa de investigación Horizon Europe".

Por encima de todo, el experto en la economía política europea asegura que "mantener abierta la frontera en Irlanda es el principal objetivo" de las negociaciones. "Dudo de que la frontera quede afectada", prevé.

Sin embargo, el giro unilateral del Reino Unido tendrá consecuencias inevitables: "Resultará en un empeoramiento de las relaciones", asegura. Con todo, Begg puntualiza que eso "también puede empujar a la UE repensar el protocolo otra vez". Después de 18 meses con el protocolo en funcionamiento, "todas las partes pueden ver que no funciona bien" y que hay el riesgo de que las tensiones entre comunidades en Irlanda del Norte vuelvan a encenderse.

 

Imagen principal: El primer ministro británico, Boris Johnson, durante la visita de este lunes a Belfast (Irlanda del Norte). Liam Mcburney / PAN Wire / Europa Press