El asalto a un canal de televisión es solo la punta del iceberg. ¿Qué está pasando en el Ecuador? Explosiones, secuestros, fugas y el estado de excepción se han apoderado del territorio y se ha declarado la situación de "conflicto armado interno", después de los incidentes en unas seis prisiones. Hay que remontarse al verano pasado, cuando en el país americano se produjo una escalada de violencia que marcó la campaña electoral. Meses después de las elecciones, el actual presidente, el populista de derechas Daniel Noboa, confirmó que esta semana se colocaría la primera piedra para la construcción de las prisiones que prometió durante la campaña. Además, apuntó que serían similares a las de El Salvador —donde el trato a los presos es inhumano, según han denunciado muchas ONG de derechos humanos—.

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En los últimos años, las cárceles de Ecuador han sido escenario de masacres entre los reos que se disputan el control. En este contexto se sitúa el plan de Noboa para acabar con los conflictos entre bandas armadas en los centros penitenciarios con más represión... y a las bandas no les ha gustado nada. Después del anuncio de Noboa la semana pasada, la Fiscalía informó de la detención de un hombre sospechoso de querer atentar contra la fiscal general del Estado, Diana Salazar. Pero este martes se ha confirmado la fuga del detenido, Fabricio Colón Pico, a pesar del estado de excepción decretado en el país.

Incidentes en prisiones ecuatorianas

La fuga de Colón Pico ha sido la segunda fuga mediática en las últimas horas. Y es que el lunes se informó de la presunta fuga del líder de la banda criminal Los Chonero, José Adolfo Macías Salazar (Fito), que obligó al presidente del país a convocar el Consejo de Seguridad. ¿Por qué? Porque la fuga vino acompaña de incidentes carcelarios en hasta seis prisiones, con motines, secuestros de guías penitenciarios, quemas de colchones... Tras la reunión, Noboa decretó este lunes el estado de excepción para permitir que las Fuerzas Armadas recuperen el control de los centros de reclusión. "Lo que vivimos es una muestra de que las cosas tienen que cambiar en el país y que las leyes que tenemos no son suficientes para vivir en paz", remarcó, con el objetivo de defender su dura reforma penitenciaria contra los "culpables" de la crisis en las prisiones de los últimos años: las bandas del narcotráfico, los sicarios y el crimen organizado.

El estado de excepción, con toque de queda incluido, todavía no ha tenido efecto. La violencia ha escalado este martes, con las mencionadas explosiones, secuestros de policías y fugas de reos. Las primeras explosiones han tenido lugar en la ciudad de Esmeraldas, cuando los presos exigían que ni se realicen traslados ni se adelante en los controles en los centros penitenciarios. ¿La respuesta del gobierno ecuatoriano? Que no cederán en las acciones represivas en las prisiones. Así, las detonaciones se han extendido a Quito, Cuenca, Loja y Chimborazo, con objetivos claros, como policías y jueces. De hecho, en Chimborazo es donde se ha producido la fuga de una treintena de reos, incluido el mencionado Colón Pico.

Conflicto armado interno en Ecuador

En relación con los incidentes en las prisiones, han circulado por las redes sociales vídeos donde se veía a agentes penitenciarios secuestrados y leyendo mensajes de los presos para pedir a Noboa el fin de las acciones de represión en los centros penitenciarios. En este sentido, han llegado incluso amenazas de muerte y se ha confirmado también el secuestro de agentes de policía —otros vídeos también muestran ejecuciones tanto de agentes penitenciarios como policiales—. El punto más alto de la violencia ha tenido lugar este martes por la tarde, cuando se ha producido el asalto al canal de televisión y, simultáneamente, se ha informado de otro asalto a la Universidad Nacional del Ecuador (en Guayaquil). Asimismo, se han reportado incidentes armados en escuelas de Guayaquil, con posibles estudiantes muertos.

Con el estallido de la violencia de las últimas horas, Noboa ha declarado la existencia de un "conflicto armado interno" en el país y ha ordenado a las Fuerzas Armadas ejecutar acciones militares para luchar contra los grupos de crimen organizado. Así, la intervención militar ordenada por el presidente se produce en un contexto de estado de excepción, toque de queda nocturno e incidentes en al menos seis prisiones. Las medidas todavía no han evitado la explosión de vehículos, atentados con explosivos, secuestro de policías y la distribución de panfletos para exigir el fin de las medidas del nuevo gobierno ecuatoriano en las prisiones.