Caos en el Ecuador. Después de que ayer, lunes 8 de enero, uno de los líderes de una de las bandas más importantes del país, Adolfo Macías, alias Fito, el líder de la banda de narcotraficantes Los Choneros, se escapara de la prisión donde cumplía pena, este martes el caos se ha apoderado del país. Uno de los hechos más destacados hasta ahora ha sido cuando un grupo de personas encapuchadas, presuntamente miembros de una banda, han entrado armados a la televisión pública TC en Guayaquil, obligando al personal a estirarse en el suelo mientras se oían disparos y gritos. El incidente se ha visto en directo en la televisión, ya que la cadena estaba emitiendo desde el plató que ha sido asaltado. El incidente se produce en medio de los secuestros de al menos siete policías y una serie de explosiones y ataques con armas de fuego un día después de que el presidente Daniel Noboa declarara el estado de emergencia. Cerca de una hora después del ataque, los agentes de policía han podido acceder a los estudios de la televisión y han libertado los trabajadores. También han podido detener algunos de los asaltantes, según informan medianos ecuatorianos.

Cuando los asaltantes han entrado en el plató, desde donde se estaba emitiendo en directo, han dicho a cámara que lo hacían "para que sepa que no se tiene que jugar con las mafias", tal como ha dicho uno de los asaltantes. Las imágenes de televisión en directo han mostrado a los asaltantes obligando al personal a tumbarse en el suelo mientras exigían que pidieran en directo a la Policía que se retirara. Mientras se oían disparos y gritos de los trabajadores. "Hay un colega herido", se escucha en la transmisión antes de que se corte. Por otra parte, los directivos de los medios públicos han solicitado al gobierno protección ante los hechos violentos que el país enfrenta, según ha informado Infobae.

 

El presidente de Ecuador declara el estado de guerra

En Ecuador, las últimas horas se han convertido en un escenario de caos y acciones violentas por parte de las mafias del país. Explosiones, secuestros de policías y fugas de presos en varias regiones, donde desde el lunes se ha decretado un estado de excepción con toque de queda nocturno, después de los disturbios en seis prisiones donde grandes líderes de las mafias cumplen pena. Todo empieza cuando Adolfo Macías, alias Fito, el líder de la banda de narcotraficantes Los Choneros, se escapó el domingo de la prisión donde cumplía pena. Escapó con la complicidad de policías y agentes de la prisión, y después de su fuga el gobierno empezó a realizar estrictos controles en prisiones. En respuesta, los presos de hasta seis prisiones organizaron motines. Con este escenario, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, decretó el estado de emergencia e impuso un toque de queda, pero las bandas, contrarias a esta decisión de emergencia, han respondido y han llevado a cabo ataques con explosivos y secuestros de agentes de policía y funcionarios de prisiones.

Después del sucedido en la televisión pública TC Ecuador en directo, el presidente, en su cargo desde hace menos de dos meses, ha declarado el estado de guerra un día después de imponer un toque de queda nocturno. Además, ha designado 22 grupos de delincuencia organizada como terroristas, ordenando a las Fuerzas Armadas llevar a cabo operaciones militares para neutralizarlos.

La oleada de atentados que vive el país desde hace tres días ha llegado a su punto más álgido este martes, especialmente a Guayaquil, la ciudad más poblada de Ecuador y epicentro de la grave crisis de seguridad que afecta los ecuatorianos. En esta ciudad costera, más allá del sucedido en directo en la televisión, otro grupo de delincuentes ha intentado entrar en el Hospital Teodoro Maldonado Carbo y también han asaltado la Universidad Nacional, dejando imágenes de caos entre los alumnos que han tratado de huir del centro educativo. Después de estos ataques, el presidente ha declarado el estado de conflicto interno, que permite una movilización excepcional del ejército, que tratará de neutralizar a las 22 bandas criminales designadas como terroristas por el gobierno.