El nacionalista ruso Serguei Baburin, líder del partido Unión Popular de Rusia y candidato a las elecciones presidenciales de Rusia del 2018, donde obtuvo menos de medio millón de votos, ha anunciado este martes que se retira de la campaña electoral y ha hecho un llamamiento a los rusos a dar apoyo al actual presidente, Vladímir Putin. "Retiro mi candidatura de las elecciones al cargo de presidente de Rusia", ha declarado a la prensa, citado por la agencia TASS.

El político, que entregó horas antes a la Comisión Electoral Central (CEC) los documentos y las firmas necesarias para su inscripción como candidato presidencial, argumentó esta decisión en un artículo de la ley electoral rusa que establece los derechos y las obligaciones de los candidatos.

En estos momentos duros para la patria no es hora de fraccionar las fuerzas del pueblo. Todas las organizaciones populares y patrióticas de Rusia, todos los ciudadanos de Rusia con sentimientos nacionalistas se tienen que unir en torno a la candidatura de Vladímir Putin, que es hoy el líder popular," ha añadido.

¿Cuáles son los rivales de Putin a las elecciones de marzo?

Hasta ahora, la CEC ha inscrito cuatro candidatos: el comunista Nikolai Kharitonov, el ultranacionalista Leonid Slutski, el representante de Gente Nueva, Vladislav Davankov, y Putin, registrado este domingo. El único aspirante opuesto a la campaña militar rusa en Ucrania con opciones de conseguir el registro es el liberal Boris Nadezhdin, que ha recibido el apoyo de la oposición a la prisión y al exilio.

Nadezhdin, que necesita 100.000 firmas para poder contribuir a las presidenciales, ya suma más de 200.000, que presentará el 31 de enero, el último día del plazo, según su página web. Sin embargo, los analistas son pesimistas, ya que en su momento el Kremlin informó la prensa independiente de que no permitiría participar en las elecciones a un candidato que abogue por la paz.

¿Quién es Boris Nadezhdin?

Este candidato, cuya plataforma política consiste en adoptar la opinión contraria a Vladímir Putin, prefiere tomar precauciones con la CEC, ya que se ha dicho que ha pasado a ser una herramienta para deshacerse de opositores que resultan incómodos para el Kremlin. Nadezhdine no se contenta a criticar la guerra. Calificó la ley anti-LGBTIQ+ como uno "devuelta a la Edad Media", se pronunció a favor de una flexibilización de las normas sobre el aborto y criticó el acercamiento chino-ruso iniciado por Vladímir Putin, a la vez que abogó por un fortalecimiento de los enlaces con Europa occidental, destaca el portal France 24.