El funeral de la reina Isabel II está congregando a líderes mundiales de todo tipo. Si bien desde el Reino Unido y la misma casa real británica se ha pedido estrictamente que se dejaran de lado postulados políticos, pero la política en sí misma se ha escurrido a la propia lista de invitados. Uno de los invitados más polémicos al funeral había sido el príncipe heredero de Arabia Saudí, y gobernante de facto del país, Mohammed bin Salman. Su presencia desató críticas y protestas por parte de activistas y asociaciones en defensa de los derechos humanos, no solo por la violación sistemática que el Estado saudí hace de este entre su población, sino por su supuesta conexión con el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, los cuales habría sido aprobado personalmente por el monarca, según la inteligencia americana. Rodeado de críticas, finalmente se ha anunciado que no estaría presente en la ceremonia como estaba previsto.

🔴 Funeral de la reina Isabel II de Inglaterra | DIRECTO

 

Después del asesinato de Khashoggi, del cual bin Salman ha negado toda conexión, la diplomacia occidental escenificó un enfriamiento de las relaciones con el príncipe heredero. Si bien los tratos con Arabia Saudí continuaban, el trato abierto con su monarca no. El funeral era un escenario perfecto para mostrar el acercamiento progresivo de bin Salman que finalmente ha quedado en nada. Según publica The Guardian, habrían sido los saudíes el que habrían decidido cambiar su representante en el funeral, que finalmente será el príncipe Turki bin Mohammed en el Saud, ministro de Estado. Por su parte, el Gobierno británico se ha lavado las manos afirmando que ellos invitan a los jefes de estado de sus aliados a asistir, pero depende de aquellas naciones decidir quiénes lo envían.

Más de 2.000 personas

Más de 2.000 personas, entre aristócratas, monarcas y mandatarios, conforman la lista de invitados. El funeral de la reina Isabel II ha sido una gran operación diplomática. Según Efe, funcionarios de Exteriores escribieron a mano cerca de 1.000 invitaciones a líderes y representantes de prácticamente todos los países del mundo, en una operación diplomática a gran escala. Solo han quedado fuera de la lista seis países: Siria y Venezuela, con que Londres no mantiene vínculos diplomáticos; Rusia y Bielorrusia, por su implicación en la invasión de Ucrania, así como Afganistán y Birmania, ante la compleja situación política que atraviesan.

Del resto de países se han enviado delegaciones de representantes por la ocasión. Pocos líderes mundiales han delegado esta tarea en otros representantes, como por ejemplo, el presidente chino, Xi Jinping no asiste, sino que va el vicepresidente, Wang Qishan. En cambio, la mayoría de los líderes mundiales han desplazado personalmente, como el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, al emperador de Japón, Naruhito o la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Además, también están los líderes de los países que conforman el Commonwealth, como Justin Trudeau, presidente del Canadá, o Jacinda Ardern, presidenta de Nueva Zelanda.