El asesor de Seguridad Nacional del presidente norteamericano Donald Trump, Mike Waltz, y su adjunto, Alex Wong, dejarán sus cargos, según han señalado varios medios norteamericanos. Se espera que este anuncio se haga oficial este mismo jueves. Waltz añadió a un periodista al grupo de Signal creado para hablar sobre el plan de ataque norteamericano al Yemen porque unos meses antes había cometido el error de asociar su número de teléfono al nombre de otra persona a quién sí que pretendía añadir, de acuerdo con el testimonio de tres personas informadas sobre el asunto.
Un mandato tenso y con problemática
La salida de Waltz y Wong marca el fin de un mandato tenso. En marzo, Waltz incorporó sin querer a Jeffrey Goldberg, editor jefe de The Atlantic, a un chat grupal de Signal que compartía información confidencial sobre los ataques con misiles norteamericanos en el Yemen antes de que se produjeran. El presidente consideró brevemente despedir a Waltz por el episodio, sin embargo, según se informa, decidió que no estaba dispuesto a dar a los medios la satisfacción de forzar la destitución de un alto funcionario del gabinete semanas después de su segundo mandato. Trump también se tranquilizó después de una revisión interna que determinó que el error de Waltz fue un error.
Se consideró que el furor generado por el chat grupal de Signal, en todo caso, les dio a Waltz y Wong más tiempo, después de que los dos hiciera semanas que estaban en una situación inestable. Eso se debió en gran parte a una tensa relación laboral con la jefa de gabinete de Trump, Susie Wiles, y otros altos funcionarios.
Esta semana, a Waltz y Wong se les comunicó discretamente que su periodo en el Consejo de Seguridad Nacional llegaría al final. Waltz habría intentado extender su mandato asistiendo a una reunión de gabinete el miércoles, pero se lo informó de su destitución, según una de las fuentes.
Influencia interna en caída libre
Su influencia interna había ido disminuyendo durante semanas, como lo ilustra mejor la decisión de Trump de despedir a varios miembros del personal del Consejo de Seguridad Nacional a instancias de la teórica de la conspiración Laura Boomer, quien le dijo que eran desleales. Waltz embarcó en el Marine One con Trump el martes, pero cuando sus colegas embarcaron en el Air Force One unos diez minutos más tarde, permaneció en la pista de la Base Conjunta Andrews. Un funcionario de la Casa Blanca dijo que no estaba previsto que viajara con Trump a Michigan, pero que otros asesores de la administración consideraron ya raro el movimiento.
Entre bastidores, algunos funcionarios de la administración habían empezado a discutir discretamente una salida de la pista para Waltz durante los últimos días. Trump ha expresado su frustración con él en múltiples frentes, incluido el episodio de Signal. También estaba irritado porque la carrera en el Congreso de Florida para sustituir a Waltz estaba más ajustada de lo esperado, según dijeron a CNN dos fuentes familiarizadas con las conversaciones.