El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, ha decidido presentar una moción de confianza a su propio gobierno, que se votará este miércoles en el Sejm (Parlamento polaco). Esta iniciativa responde a la necesidad de reforzar la cohesión interna de la coalición que lidera, especialmente después de la derrota electoral de su candidato a las elecciones presidenciales, hecho que ha sido interpretado por la oposición como una pérdida de autoridad del gobierno. En este sentido, a pesar de la dificultad, quiere mantener la agenda legislativa y felicitó el ganador, Karol Nawrocki, de tendencia derechista. Su gobierno, formado por partidos diversos, intenta revertir las reformas autoritarias del partido anterior, pero la nueva presidencia puede bloquear sus leyes, complicando estos esfuerzos.
➕ Tusk en juego: pedirá una moción de confianza después de la victoria de la ultraderecha en Polonia
Tusk ha declarado que la moción busca "fortalecer la coalición del gobierno" y servir como plataforma para presentar un plan de acción ambicioso, que requerirá unidad y compromiso de sus socios. Además, se prevé que pida sacrificios políticos como la reducción de ministerios, una mejor comunicación con la ciudadanía —ya que el gobierno no tiene portavoz desde hace un año y medio— y un apoyo incondicional a la hora de aprobar leyes y presupuestos.
El mensaje escondido de la moción de confianza
A pesar de las dudas, Tusk y sus socios controlan 242 de los 460 escaños del Sejm, hecho que hace prever que la moción será aprobada. Sin embargo, el objetivo principal no es asegurar la continuidad del gobierno, sino enviar un mensaje claro de unidad y estabilidad política tanto a la ciudadanía como a la oposición.
La respuesta de la oposición no se ha hecho esperar: consideran que la derrota presidencial evidencia una falta de liderazgo y han pedido la dimisión del gobierno actual para dar paso a un "gobierno técnico" de transición, integrado por especialistas sin afiliación política, hasta las próximas elecciones legislativas previstas para el 2027.
Mientras tanto, se han hecho evidentes fracturas dentro de la coalición de gobierno. Aunque líderes como Szymon Hołownia, de Tercera Vía, aseguran que la alianza con Tusk se mantendrá por falta de alternativas, el clima político se ha tensado. Se prevé que el nuevo presidente electo ponga obstáculos importantes en el gobierno, como vetos a leyes, hecho que podría complicar todavía más la gobernabilidad.
¿Peligra realmente el gobierno de Tusk?
Uno de los puntos más críticos ha sido la situación del Partido Popular Polaco (PSL), uno de los socios más conservadores del gobierno. Su líder, Władysław Kosiniak-Kamysz —actual vicepresidente y ministro de Defensa—, ha provocado alarma después de que se filtrara que el partido ha consultado internamente la posibilidad de formar una nueva coalición con la oposición. Aunque un portavoz del PSL ha intentado restar importancia al asunto, afirmando que son prácticas habituales y que el 70% de la militancia quiere continuar a la coalición actual, la noticia ha generado inquietud entre los socios.

El PSL, con 28 diputados, es esencial para mantener la mayoría parlamentaria, pero ha sido también un freno para iniciativas liberales del gobierno, como la despenalización del aborto o la apertura en políticas migratorias, pidiendo más sensibilidad hacia los miedos de sus votantes más conservadores. Por otra parte, Hołownia ha pedido un "nuevo comienzo" para la coalición, exigiendo que se dé más voz a los diferentes partidos que la forman, que son una docena.
Todos los partidos de la oposición han anunciado que votarán en contra de Tusk en la moción. Aunque se espera que el gobierno la supere, eso no garantiza estabilidad a largo plazo. Se anuncian cambios inminentes en la estructura del gobierno en julio, y la necesidad urgente de recuperar la confianza de la ciudadanía, descontenta con la falta de resultados en promesas clave como la reforma fiscal, la justicia, el aborto y los derechos civiles.
En un escenario muy poco probable donde la moción fracase, Tusk estaría obligado a dimitir y se podrían convocar elecciones anticipadas.