Ucrania ultima la presentación de un plan de paz revisado en la Casa Blanca con el objetivo de frenar cualquier iniciativa que implique concesiones territoriales a Rusia. El presidente Volodímir Zelenski ha reiterado que no tiene “ningún derecho” –ni legal ni moral– a ceder territorio ucraniano, y que cualquier modificación de fronteras solo podría ser validada mediante un referéndum público, tal como ha defendido repetidamente desde el inicio de la invasión rusa.

El anuncio llega después de un fin de semana de intensas negociaciones entre representantes norteamericanos y ucranianos, que no han logrado acordar un texto aceptable para Kyiv. Zelenski ha sido informado el lunes por su jefe negociador, Rustem Umerov, quien participó en un encuentro privado en Miami con responsables de EE. UU. y con emisarios rusos, incluido el presidente Vladímir Putin, según algunos informes. El líder ucraniano indicó que el equipo podría enviar una nueva propuesta a Washington tan pronto como el martes.

Los compromisos territoriales que pide Zelenski

El trasfondo de las negociaciones es el primer borrador del plan de paz de Estados Unidos, una propuesta inicial de 28 puntos que Ucrania y varios socios europeos rechazaron por considerarla demasiado favorable a Moscú. Según fuentes ucranianas, el documento se ha reducido ahora a 20 puntos, aunque, según Zelenski, ninguno de los elementos “suficientemente ucranianos” ha sido eliminado ni se ha introducido ningún “compromiso” territorial.

Uno de los puntos más sensibles sigue siendo el control del Dombás y el futuro de la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa. La versión filtrada del plan inicial proponía que Ucrania cediera el control total del Dombás a Rusia, a pesar de que las fuerzas del Kremlin no han logrado ocupar completamente la región en casi cuatro años de guerra. En cuanto a Zaporiyia, el documento planteaba repartir la energía generada entre Rusia y Ucrania.

La situación en el frente continúa marcada por los ataques rusos. La ciudad de Sumy, en el noroeste de Ucrania, quedó completamente a oscuras tras un ataque nocturno con drones, que dañó instalaciones eléctricas. Según el gobernador regional, más de una docena de drones impactaron en infraestructuras clave, aunque no hubo víctimas mortales.

Gira diplomática: en busca de apoyos

Paralelamente, Zelenski ha iniciado una gira diplomática europea para reforzar la oposición al plan estadounidense en su forma actual y presionar a Washington para que no acepte concesiones que dejarían Ucrania, según sus aliados, vulnerable a una futura agresión rusa. Londres acogió el lunes una cumbre improvisada con Zelenski, el primer ministro británico Keir Starmer, el presidente francés Emmanuel Macron y el canciller alemán Friedrich Merz. El encuentro se interpretó como una demostración de apoyo a Ucrania en un momento crítico.

Downing Street destacó que los contactos liderados por EE.UU. representan un “momento decisivo” para intensificar el apoyo a Ucrania y para garantizar una “paz justa y duradera” que incluya garantías de seguridad sólidas. Sin embargo, la naturaleza de estas garantías continúa siendo objeto de debate. El Reino Unido y Francia han sugerido la posibilidad de enviar tropas internacionales a Ucrania en el marco de un futuro acuerdo, pero Alemania e Italia mantienen reservas importantes. También es incierto hasta qué punto EE.UU. estaría dispuesto a participar activamente en el futuro sistema de seguridad ucraniano.

Zelenski continúa recogiendo apoyos mientras Moscú insiste en que las conversaciones con Washington son “constructivas”, a pesar de que no ha mostrado signos claros de flexibilizar sus exigencias. Mientras tanto, Donald Trump ha intensificado la presión pública, afirmando que considera a Zelenski “el obstáculo principal” para alcanzar un acuerdo, un objetivo que ha convertido en parte central de su agenda de política exterior.