Después de seis meses sin mantener contacto con los fieles debido a la pandemia del coronavirus, el papa Francisco ha retomado hoy las audiencias generales de los miércoles, aunque sólo para 500 personas y sin contacto físico, mientras por el momento tiene suspendidos todos sus viajes, lo que está limitando su pontificado.

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El Papa durante la primera audiencia con fieles desde el inicio de la pandemia / EFE

Han sido ciento ochenta y nueve días desde la última audiencia general con los fieles en la plaza de San Pedro, el 26 de febrero, cuando inició la emergencia en Italia y el Vaticano decidió adecuarse a las normativas antiaglomeraciones para evitar contagios.

Como un papa "enjaulado" se había definido Francisco, que mantuvo el rezo del ángelus dominical y las audiencias, pero sólo retransmitidos en directo desde la sala de la biblioteca del palacio pontificio.

Los fieles sentados y con distancia de seguridad

Las audiencias en tiempos de pandemia se celebrarán, al menos durante septiembre, en el patio de San Dámaso, en el interior del palacio pontificio y no en la plaza de San Pedro o en el Aula Pablo VI y ante unas 500 personas sentadas, guardando la distancia de seguridad. Aunque tras el ingreso del pontífice en el patio, los fieles, todos ellos obligatoriamente con mascarillas, se han abalanzado a verlo y a saludarlo.

Francisco, sin mascarilla, ha pasado por el pasillo central y se ha detenido a hablar animadamente con los ancianos, niños y religiosos, pero no ha habido los abrazos y besos de las pasadas audiencias.

Solo ha tomado entre sus manos una bandera de Líbano, golpeado por la gigantesca explosión de hace un mes, que le ha entregado un sacerdote y tras besarla se ha detenido a rezar.

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El Papa reza por los libaneses / EFE

El papa, de 83 años, ha guardado la obligatoria distancia social y sólo ha saludado con un apretón de manos a los miembros de la Curia.

"Queridos hermanos y hermanas, buenos días. Después de tantos meses retomamos nuestro encuentro cara a cara y esto es bello", ha comenzado su catequesis y se ha escuchado el aplauso de los fieles en el Vaticano después de seis meses de silencio.