El papa León XIV ha criticado este jueves la decisión de los países miembros de la OTAN de salir adelante con el rearme, después de que estos se comprometieran a llegar al 5% del gasto en defensa durante la cumbre celebrada en La Haya. El pontífice ha lamentado que, actualmente, se asiste a "la imposición de la ley del más fuerte" y ha advertido de "la falsa propaganda del rearme" en un contexto de guerras. Las palabras del jefe de la Iglesia católica se enmarcan en uno de los momentos más tensos con respecto a los conflictos mundiales y después de la polémica generada por el incremento del gasto en defensa, sobre todo, por la negativa de Sánchez.
En su discurso dirigido a los participantes de la Asamblea Plenaria de la Reunión de las obras para la ayuda a las iglesias orientales, ha señalado que "es desolador ver que la fuerza del derecho internacional y del derecho humanitario haya sido sustituida por el supuesto derecho a obligar los otros con la fuerza". En este sentido, ha subrayado que "eso es indigno del ser humano, es vergonzoso para la humanidad y para los responsables de las naciones". León XIV también ha hecho referencia a la poca memoria histórica: ¿"Cómo se puede creer, después de tantos siglos, que las acciones bélicas traen la paz y no se giran contra los que las han llevado a cabo?", ha planteado. ¿"Cómo se puede seguir traicionando los deseos de paz de los pueblos con la falsa propaganda del rearme, en la vana ilusión de que la supremacía resuelve los problemas en lugar de alimentar el odio y la venganza?", ha añadido.
Ante esta situación, ha asegurado que la gente es cada vez más consciente de "la cantidad de dinero que irá a los bolsillos de los mercaderes de la muerte y con que se podrían construir hospitales y escuelas" y ha animado a "rezar de verdad", además de "indignarse, subir la voz y arremangarse" para ser constructores de paz y favorecer el diálogo.
La OTAN se compromete a gastar más en defensa
La intervención del Papa ha sido justo al día siguiente que la OTAN haya decidido aumentar los niveles de gasto en defensa hasta llegar al 5% del PIB, siguiendo las directrices marcadas por el presidente de los EE.UU., Donald Trump. A pesar de la estrategia de secretario general, Mark Rutte, quien ha hecho lo imposible evitar tensiones que pudieran poner en riesgo la unidad de la alianza atlántica, la decisión no ha estado ausente de discusión. Uno de los más críticos ha sido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha conseguido una cierta flexibilidad que le permite aplazar el asunto.