La OTAN ha decidido aumentar los niveles de gasto en defensa hasta llegar al 5% del PIB, siguiendo las directrices marcadas por el presidente de los EE.UU., Donald Trump. Esta medida, recogida a la declaración final de la cumbre celebrada en La Haya, se ha convertido en el principal acuerdo del encuentro, donde el nuevo secretario general, Mark Rutte, ha hecho lo imposible por ganarse el favor del presidente norteamericano y evitar tensiones que pudieran poner en riesgo la unidad de la alianza atlántica. Pedro Sánchez ha posicionado como una de las voces más críticas con este objetivo y ha conseguido una cierta flexibilidad —fuerza cuestionada por otros miembros— que le permite aplazar el asunto. Sin embargo, la OTAN considera que con una inversión del 2,1% actual, España no podrá alcanzar los objetivos acordados y fija como mínimo un gasto del 3,5%.

Los aliados se comprometen a aumentar el gasto militar hasta el 5% en respuesta a las graves amenazas y desafíos para la seguridad, especialmente por el riesgo que supone Rusia a largo plazo para la estabilidad euroatlántica y por la amenaza persistente del terrorismo.

La declaración, breve y estructurada en cinco puntos, también recoge que cada estado deberá presentar anualmente planes que muestren un camino realista y sostenido hacia ese objetivo. Además, destaca el apoyo continuado a Ucrania, que será considerado parte del gasto en defensa de los miembros de la OTAN.

La cumbre que Trump quería

Aparte de incluir la principal demanda de Trump sobre el incremento del gasto militar, Rutte planteó una cumbre adaptada a su estilo: de solo media jornada y con unas conclusiones finales reducidas, fruto de la complejidad de las negociaciones.

Una OTAN "más fuerte, más justa y más letal"

En una rueda de prensa posterior, Rutte aseguró que los aliados "han sentado las bases para una OTAN más fuerte, más justa y más letal", y el nuevo plan de inversiones marca "un salto cuántico" en el gasto en defensa. "Significa que independientemente de los retos a los que nos enfrentamos, sean de Rusia o terrorismo, ciberataques, sabotajes o competencia estratégica, esta alianza está y permanecerá preparada, dispuesta y capaz de defender cada centímetro del territorio aliado y garantizar que nuestros mil millones de personas puedan seguir viviendo en libertad y seguridad".

Por otra parte, Rutte insistió en su apoyo a Ucrania "para que pueda disfrutar de una paz duradera en el futuro". Destaca que "está firmemente junto a nuestro vecino y socio, Ucrania", y añade: "Nuestro mensaje contundente en [Zelenski] y en el pueblo ucraniano es que Ucrania tiene nuestro apoyo continuo, incluyendo más de 35.000 millones de euros prometidos este año, y más por seguir todo esto". "Estamos junto a Ucrania en su búsqueda de la paz y continuaremos apoyando a Ucrania en su camino irreversible hacia la adhesión a la OTAN", constató.

Una ronda de preguntas incómoda para Rutte

En la parte de preguntas por parte de la prensa —y ya desde la primera intervención— Rutte se ha encontrado respondiendo a una cuestión algo incómoda: su insistencia en alabar a Donald Trump como si le fuera la vida. Lejos de dar marcha atrás, ha seguido defendiendo con convicción.

"Es cuestión de gustos", dice. "Pero creo que es un buen amigo, y cuando actúa nos empuja a mover ficha, como a hacer más inversiones... Quiero decir, ¿realmente alguien cree que esta cumbre habría tenido este resultado si él no hubiera sido reelegido presidente?"

Y no se queda ahí. Rutte asegura que Trump "merece algunos elogios" por haber acelerado los compromisos de gasto de los aliados de la OTAN, y aplica el mismo razonamiento a la actuación de EEUU en Irán. "Creo que se merece todos los elogios". Incluso dice del ataque estadounidense a Irán, que estaba "plenamente justificado".

¿Qué dice sobre España?

"Como sabéis, España considera que puede alcanzar los objetivos de capacidad con un gasto del 2,1% del PIB. Sin embargo, desde la OTAN consideramos que este porcentaje debería situarse al menos en el 3,5%, como para el resto de aliados", expuso durante el turno de preguntas.

"En cualquier caso, todos los miembros de la alianza tendrán que informar sobre cómo avanzan en el cumplimiento de estos objetivos. Por tanto, lo iremos viendo. Y, en todo caso, en 2029 revisaremos todo este proceso para valorar sus resultados", ha remarcado.