Los líderes de Estados Unidos, Qatar, Turquía y Egipto han firmado este lunes en Sharm el-Sheij el acuerdo que pone fin a más de dos años de guerra en Gaza. El acto, presidido por el presidente norteamericano, Donald Trump, ha reunido a una treintena de mandatarios internacionales, entre ellos el presidente egipcio, Abdelfatah Al-Sisi, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani. Antes de la firma, Trump ha calificado el momento como “un honor” y ha destacado que el pacto se ha alcanzado “con el apoyo de un amplio grupo de naciones”. Después de la firma, los participantes se han hecho una foto de familia con Trump y Al-Sisi en el centro.

La cumbre se ha celebrado bajo un sol implacable en la ciudad balneario de Sharm el-Sheij, en el sur de Egipto. El presidente estadounidense ha sido el protagonista del evento, después de visitar la Knéset y proclamar que el acuerdo abre “la era dorada de Israel y de Oriente Próximo”. El acto ha contado con la presencia de una veintena de jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y los primeros ministros Emmanuel Macron, Giorgia Meloni, Keir Starmer, entre muchos otros. Netanyahu finalmente no ha asistido al encuentro, mientras que el presidente palestino, Mahmud Abás, sí ha estado presente. Hamás, por su parte, no ha sido invitada. La jornada también ha estado marcada por la noticia de la liberación de los últimos 20 rehenes israelíes retenidos en Gaza y por el inicio de la liberación de presos palestinos, uno de los puntos clave del pacto.

Según el documento firmado, el acuerdo establece un alto el fuego inmediato, la retirada progresiva de las fuerzas israelíes de la Franja y la entrada masiva de ayuda humanitaria en el territorio. Esta es la primera fase del plan, que prevé en una segunda etapa abordar la reconstrucción del territorio, el desarme de Hamás y la futura gobernanza palestina. Diversos líderes europeos han expresado su apoyo al plan, destacando su valor histórico y la necesidad de una aplicación efectiva para garantizar una paz duradera. “La guerra ha terminado”, proclamó Trump ante una sala llena de jefes de Estado, asegurando que “nunca antes había visto tanta felicidad”. A pesar del tono triunfal, los mediadores han reconocido que el verdadero reto comienza ahora, consolidando el cese de las hostilidades y garantizando que este nuevo camino hacia la paz no vuelva a romperse.