Después de la práctica desaparición del Partido Socialista en Francia, ahora también aparecen problemas en Alemania. El canciller socialdemócrata Olaf Scholz está cayendo en las encuestas y sólo un 39% de la población aprueba su gestión. El número de alemanes que aprueban al canciller ha bajado 12 puntos desde que tomó posesión en diciembre del 2021, y se ha situado en la cifra más baja hasta ahora, según una encuesta de Deutschlandtrents. Los resultados de la encuesta, que en Alemania son muy fiables, revelan el malestar que existe con respecto a la política de Scholz con la guerra de Ucrania, que ha cedido todo el protagonismo al presidente francés, Emmanuel Macron, y no ha resuelto la preocupación sobre un hipotético corte del suministro de gas ruso.

El gobierno alemán en su conjunto obtiene en la encuesta una aprobación más alta, del 41%, aunque baja 6 puntos. Todo indica que es por la buena valoración de los Verdes, que consiguen un 43% de aprobados, seguidos por los socialdemócratas, que reciben un 37%, y los liberales, que obtienen un 36%. La mayoría de los encuestados están especialmente satisfechos con el trabajo de la ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock (Verdes), y del ministro de Economía, Robert Habeck (Verdes) (un 56% los aprueban). El ministro de Salud, Karl Lauterbach (SPD), llega al 44%, y el ministro de Finanzas, Christian Lindner (Liberal), al 41%.

El barómetro político de la televisión ZDF da unos resultados parecidos, y muestran que Scholz no es bien valorado por su gestión de la invasión de Ucrania. El 70% de los encuestados señalan que el ministro de Asuntos Exteriores ha hecho un buen trabajo; sólo el 24% lo consideran malo. El 66% también está satisfecho con el trabajo del ministro de Economía, con una insatisfacción de sólo el 19%. Son claramente más convincentes que el canciller Scholz, que registraba una valoración positiva del 72 por ciento en marzo, y ahora sólo el 49% cree que ha hecho una buena gestión de la crisis de Ucrania. Un elevado 43% hace una mala valoración.

Scholz pidió el jueves a Alemania que se prepare ante un posible corte del suministro de gas ruso, como ya ha pasado con Bulgaria y Polonia, que se han negado a pagar esta materia prima en rublos, como ahora exige el Kremlin. "Nos tenemos que preparar para eso", declaró Scholz, sin que de momento esté claro que este corte finalmente se produzca. "Sólo se puede especular sobre si el Gobierno ruso tomará una decisión, y qué decisión será, pero no tiene mucho sentido hacerlo", añadió desde Tokio, donde está de visita oficial. El canciller alemán explicó que el Gobierno alemán ya había empezado a prepararse ante este escenario antes de que Rusia invadiera Ucrania.