Haití ha entrado en una espiral de caos y violencia. Después de una semana de fuertes protestas contra el presidente de este país caribeño, Jovenel Mosie, al menos nueve personas han perdido la vida en los enfrentamientos entre los manifestantes y los agentes de los cuerpos de seguridad.

Las manifestaciones han sido convocadas por el Sector Democrático y Popular, una especie de agrupación de partidos de la oposición y grupos populares, que piden la dimisión del presidente Moise después de que este haya cumplido dos años en el poder. Estos grupos opositores han rechazado dialogar con Moise después de que desde presidencia se ofreciera poner en marcha una ronda de diálogos y han subido la intensidad contra el Ejecutivo convocante futuras protestas.

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EFE

La situación económica en Haití es crítica. Este país de 10 millones de habitantes es uno de los más pobres de la región, con una tasa de un 1,4% de crecimiento. La economía del país ha sido fuertemente castigada por desastres naturales en los últimos años, con el terremoto del 2010 y el huracán Matthew del 2016, ambos hechos cobrándose miles de víctimas mortales.

Otro motivo que han provocado las protestas ha sido la publicación de un informe que demostraría supuestas irregularidades en el programa Petrocaribe, a través del cual Venezuela suministra petróleo a precios bajos a cambio de apoyo político. Una auditoría presentada la última semana en el Tribunal de Cuentas señala a 15 altos cargos del Gobierno de Haití y a una empresa que fue dirigida por el mismo Mosie en el 2017 por este caso.

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Los fuertes enfrentamientos han dejado Puerto Príncipe, la capital del país, paralizado con escuelas, bancos, estaciones de servicios y comercios cerrados por miedo a la delincuencia, la cual se ha disparado gracias al aumento del caos y el descontrol en las calles.

La diplomacia toma medidas preventivas

Ante esta situación, varios países han tomado medidas preventivas. Estados Unidos ha retirado su personal diplomático "que no es de emergencia" y ha recomendado a sus ciudadanos no viajar al país. Canadá, por su parte, ha cerrado su Embajada en la capital y ha ordenado la repatriación de sus ciudadanos que se encuentran en el país caribeño. La diplomacia española ha "extremado las precauciones" y ha limitado "al máximo los desplazamientos, quedarse en el domicilio y mantenerse informados".