Movimientos sospechosos en la frontera ucraniana después de las negociaciones infructíferas con la OTAN. El ministerio de Defensa ruso ha emitido este viernes imágenes de los entrenamientos militares de combate de su ejército a unos 50 kilómetros de Ucrania. Según el mensaje publicado en la cuenta oficial de Twitter, los ejercicios han consistido en "las subdivisiones de tanques de la 150.ª división de fusiles motorizados de la formación de armas combinadas del Distrito Militar del Sur", que "han realizado ejercicios de entrenamiento de combate en las cordilleras Kuzminski i Kadamovski en la región de Rostov". Estos movimientos se han producido al día siguiente de un ciberataque masivo contra varias instituciones ucranianas.

Ejercicios militares

Las negociaciones bilaterales entre Rusia y la OTAN no han conseguido rebajar las tensiones en la frontera con Ucrania. Hoy por hoy, la zona permanece altamente militarizada ante el riesgo inminente que Rusia vuelva a invadir el país vecino. Este viernes, Moscú ha decidido ir un paso más allá y ha mostrado los ejercicios militares de las decenas de miles de soldados rusos desplegados en la región del Rostov que delimita con Ucrania, en un intento de tirar todavía más la situación. Esta muestra de fuerza podría estar buscando la reacción de los Estados Unidos, que esta semana ha empezado los trámites por imponer un volumen de sanciones económicas sin precedentes en el Kremlin. Algunas fuentes de la inteligencia norteamericana hablan de unos 175.000 soldados rusos estacionados en la frontera y planes para llevar a cabo la invasión este mismo mes, mientras el suelo todavía es firme gracias a las condiciones meteorológicas.

Se agota la paciencia

La ruptura de las negociaciones multilaterales entre el Ejecutivo de Vladímir Putin, Joe Biden y la OTAN significa que la última esperanza para garantizar la paz en Europa ya se ha esfumado. Ayer, el viceministro de Defensa ruso confirmó el fracaso de la cumbre en Ginebra y rechazó abiertamente otras conversaciones con Occidente. Según Moscú, la culpa de este fracaso la tienen los norteamericanos para no querer ceder ni un milímetro ante sus demandas. Este viernes, Rusia ha exigido a los EE. UU. una respuesta "inmediata" a sus propuestas de crear garantías de seguridad legalmente vinculantes para evitar una expansión de la Alianza Atlántica y la retirada de armas ofensivas cerca de sus fronteras, y ha advertido que está perdiendo "la paciencia". "Estamos esperando una respuesta por escrito de nuestros colegas. Creemos que ellos entienden la necesidad de hacerlo inmediatamente y de hacerlo por escrito. No esperaremos eternamente", ha señalado en una rueda de prensa al ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov. "Nuestra paciencia se ha acabado. Somos muy pacientes (...). Estamos esperando que el conductor del vagón nos proporcione respuestas específicas a nuestras propuestas", ha añadido en referencia a los EE. UU.