La lucha contra el tabaco es una de las más universales en el mundo. Ahora, el gobierno de Australia ha dado un paso más allá y este jueves ha presentado un proyecto de ley ante el Parlamento de Canberra para prohibir la comercialización de vapers de un sol uso, así como todos los que no sean de uso terapéutico, que incluirá penas de prisión de hasta 7 años y multas millonarias. La enmienda a la legislación sobre productos terapéuticos y otras reformas del vapeo del 2024 y prohíbe la importación, fabricación, distribución y posesión comercial de estos dispositivos, y se produce después de que las autoridades australianas prohibieran la importación de vapers de solo un uso, desde principios de año. Si definitivamente se aprueba la ley, las personas que fabriquen parcial o totalmente vapers en Australia o distribuyen este tipo de productos afrontarán una pena máxima de 7 años de prisión y una multa que puede ascender hasta los 22 millones de dólares australianos, unos 13,3 millones de euros.

Multa máxima: 22 millones de dólares

La multa máxima para las empresas distribuidoras podrían llegar a los 22 millones de dólares australianos, es decir 14,6 millones de dólares estadounidenses o 13,3 millones de euros, según la nueva propuesta de ley en el marco de la agenda del gobierno australiano para reducir los efectos del consumo de los cigarros electrónicos y eliminar por completo su consumo recreativo. El ministro de Sanidad, Mark Butler, ha afirmado que "el gobierno está dando una respuesta líder en el mundo para parar el riesgo que los vapers suponen para la comunidad australiana, especialmente para los jóvenes". A través de un comunicado, el ministerio ha remarcado que el uso de estos productos está provocando la adicción de los menores. "Se trata de un grave problema de salud pública. No permitiremos que otra generación de australianos caiga en la adicción de las grandes tabaqueras", ha asegurado al ministro para justificar la nueva medida.

Australia ya prohíbe la compra o importación de cigarrillos electrónicos o vapers de nicotina sin receta médica desde 2021, pero las tasas de adicción entre los jóvenes siguen disparadas. Según datos oficiales del año fiscal 2022-23, uno de cada seis estudiantes ha vaporeado recientemente, lo que supone cuatro veces más las cifras registradas en el 2017.

La lucha contra los vapers

Australia no es el único país que pretende acabar definitivamente con los vapers. Nueva Zelanda anunció este miércoles que prohibirá "totalmente" los vapers de un solo uso y que multiplica por diez las multas para aquellos que vendan los productos a menores, con la finalidad de atajar el problema del tabaquismo entre los jóvenes del país oceánico. La medida anunciada este miércoles eleva la multa máxima de 10.000 dólares neozelandeses, es decir, 6.040 dólares o 5.558 euros, a 100.000 dólares neozelandeses, unos 60.360 dólares o 55.570 euros, que se impondrá a los negocios al detalle que vendan vapers a menores, así como aumenta otras multas por el uso de estos productos y mejora los controles de vigilancia.