El presidente de los EE.UU., Joe Biden, ha ordenado disparar contra un "objeto" que sobrevolaba el estado de Alaska este viernes. Así lo ha confirmado uno de los portavoces de la Casa Blanca, John Kirby, que ha explicado que el objeto tenía las dimensiones de un "pequeño vehículo" y se desconoce si pertenecía a una nación, incluida China. Así y todo, el portavoz de Biden sostiene que el objeto contra el cual se ha disparado era diferente del "globo espía" chino que los EE.UU. abatieron el sábado después de que sobrevolara varias zonas del país. "No sabemos a quién pertenece, si a un Estado o a una empresa (...). No entendemos el propósito", ha añadido.

Kirby ha establecido las diferencias entre el objeto de Alaska y el globo chino: el primero tenía el tamaño de un "pequeño vehículo", mientras que las proporciones del globo eran de "dos o tres autobuses"; y que el objeto estaba a merced del viento sin capacidad para maniobrar, cosa que sí que tenía el "globo espía". Además, el artefacto de este viernes volaba a unos 12 kilómetros de altura y el del sábado pasado lo hacía a unos 20 kilómetros. Ha sido justamente la altura lo que ha hecho que EE.UU. disparara, ya que podía interferir con la trayectoria de aviones civiles. El objeto ha sido abatido sobre unas aguas congeladas de Alaska y, ahora, se están recolectando los fragmentos para determinar exactamente de qué se trataba.

El globo chino y una crisis diplomática

Sea como sea, la acción de este viernes llega después de que los EE.UU. hayan acusado al gobierno chino de haber desarrollado un "programa" de globos para tareas de espionaje — que ya han sobrevolado más de 40 países en cinco continentes, con la implicación de las Fuerzas Armadas. Eso ha desencadenado una nueva crisis diplomática entre Washington y Pekín y ha motivado la suspensión de un viaje que el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, tenía previsto hacer al país asiático.

Pero China ha defendido que el globo abatido el sábado pasado era un simple aparato meteorológico, que "se desvió de su rumbo original" por "causas de fuerza mayor". Es así como lamentó la situación y aseguró que "seguirá manteniendo la comunicación con EE.UU. para gestionar adecuadamente" esta situación "inesperada". "No tenemos ninguna intención de violar el territorio o espacio aéreo de ningún otro estado soberano", dijo un portavoz chino. Sin embargo, los norteamericanos no han dejado de acusar al gigante asiático de espionaje hasta abrir una nueva crisis diplomática. Y eso que hace medio año las tensiones se dispararon como nunca, a raíz de la polémica visita de Nancy Pelosi a la isla de Taiwán.

 

Imagen principal: agentes del FBI trabajan con los restos del objeto volador abatido en Alaska / FBI