Representantes de la delegación de la Unión Europea en Palestina han exigido este martes la liberación de Ahmad Manasra, un joven palestino de 20 años que fue encarcelado cuando tenía 13. Desde hace nueve meses, Manasra se encuentra en confinamiento solitario, una situación que le ha supuesto "serios problemas de salud mental", como señala un tuit de la UE, por lo que los representantes reclaman que sea liberado "inmediatamente" para recibir la atención y el asesoramiento necesario.

La delegación se ha reunido con familiares del joven, y han recordado a Israel que participó en la firma del Comité de los Derechos del Niño, por lo que su gobierno tiene la obligación de "mantener sus compromisos con los derechos humanos y la protección de los niños". Manasra empezó a cumplir condena cuando era menor de edad, y la UE también asegura que Israel tiene que garantizar a los niños juicios justos y sentencias proporcionadas de acuerdo con los estándares internacionales del sistema de justicia infantil".

"Torturas y malos tratos"

El pasado 3 de agosto, el servicio penitenciario israelí ya rechazó la petición de los abogados de Manasra para que pudiera abandonar el régimen de aislamiento en que se encuentra actualmente y poder recibir el cuidado que necesita. Después de esta decisión, Amnistía Internacional ya manifestaba su indignación. "Mantener a este preso cerrado en unas condiciones tan inhumanas constituye un cruel acto de injusticia. A Ahmad se le ha diagnosticado esquizofrenia y sufre una depresión severa", informaba.

El joven palestino fue detenido en octubre de 2015 en relación con el apuñalamiento de dos ciudadanos en el asentamiento israelí ilegal de Pisgat Zeev, que se encuentra en el territorio ocupado de Jesuralem Est. Amnistía denuncia que, aunque el tribunal concluyó que no había participado en el apuñalamiento, que tenía 13 años en el momento de su detención, que había sido interrogado sin la presencia de un abogado o progenitor, y durante el interrogatorio "había estado presuntamente sometido en tortura y otros malos tratos", fue condenado a nueve años y cinco meses de prisión.

Manasra fue puesto en régimen de aislamiento a principio de noviembre de 2021, "en violación de la prohibición absoluta de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas y degradantes", dice Amnistía. Durante el encarcelamiento, su salud mental ha empeorado, y se le han diagnosticado "trastornos psiquiátricos graves" que se le desarrollaron durante su estancia en la prisión, según el informe médico. Este pasado febrero, los padres del joven declararon que sufría delirios psicóticos, que estaba muy deprimido y tenía pensamientos suicidas.