El presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Joe Biden, viajará el próximo miércoles 18 de octubre en Israel, en pleno conflicto con Hamás. Poco después del inicio de una escalda sin precedentes en el conflicto entre Israel y Palestina, el presidente estadounidense se desplaza sobre el terreno con la voluntad de mediar en una situación que amenaza la estabilidad en Oriente Próximo. El interés de la administración Biden por influir en la región y, más en este conflicto, no ha sido un secreto, El secretario de Estado, Anthony Blinken, hace días que se encuentra en la zona, a la cual, a lo largo de su mandato, se ha desplazado frecuentemente.

🔴 Guerra entre Israel y Hamás, DIRECTO | Última hora del conflicto con Gaza y Palestina

Antes de la llegada de Joe Biden, la mediación estadounidense ya se ha notado en un acuerdo que hace solo unos días parecía imposible. Estados Unidos e Israel "han acordado desarrollar un plan que permitirá que la ayuda humanitaria de las naciones donantes y las organizaciones multilaterales llegue a los civiles en Gaza", así como "la posibilidad de crear áreas para ayudar a mantener a los civiles fuera de peligro". En una reunión que se ha alargado horas, Blinken ha conseguido acordar con Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, la creación de un corredor humanitario al paso fronterizo de Rafah.

Israel, el gran aliado de Estados Unidos en la región

El secretario de Estado Blinken ha destacado que en el viaje Biden "volverá a dejar claro" como lo ha hecho "inequívocamente" desde "la masacre sin precedentes de más de 1.400 personas, incluidos al menos 30 norteamericanos" que Israel "tiene el derecho y, de hecho, el deber, de defender a su pueblo de Hamás y otros terroristas y prevenir futuros ataques." Es el país que más ayuda recibe de los estadounidenses en la región, convirtiéndose en el mejor aliado de Washington en la zona.

A pesar de todo, el tono de la Casa Blanca se ha moderado a lo largo de los días con respecto a su apoyo. Biden siempre ha dado apoyo públicamente a Israel, sin embargo, su tono beligerante se ha suavizado ante las denuncias internacionales de violación de los derechos humanos y el derecho internacional a Israel por el asedio en Gaza. El discurso puede ser más suave, pero las acciones continúan y el apoyo militar de los Estados Unidos a Israel ya ha llegado desde hace días.