En un momento en qué la población de Irán, especialmente las mujeres, han empezado a salir a la calle para reclamar más derechos y libertades, el gobierno del país va en la dirección contraria y en tan solo una semana han condenado a muerte a dos manifestantes por el simple hecho de haber participado en una de las muchas protestas que han tenido lugar en este territorio las últimas semanas, hecho que ha supuesto un antes y un después. Si la primera sentencia llegó durante el fin de semana, en las últimas horas se ha conocido que un tribunal revolucionario iraní ha sentenciado otro preso acusado de participar en estas protestas por la libertad. En su caso, fue condenado por atacar a una persona con un cuchillo, prender fuego a una motocicleta y declarar la guerra contra el Estado, todo y que esta sentencia todavía puede ser apelada en tribunales superiores. En el caso de la primera sentencia, al condenado se le imputaban delitos contra la seguridad nacional y "corrupción a la tierra".

Aparte de estos dos condenados a muerte, también hay otras personas en la prisión por haber participado en las protestas que han inundado Iran y especialmente Teherán, su capital, para denunciar la muerte de Masha Amini, una joven que fue detenida por la Policía por llevar mal puesto el velo islámico y que murió en comisaría, aunque las autoridades se han sacudido las manos ante este caso y han rechazado cualquier tipo de responsabilidad. Así y todo, su caso ha supuesto el inicio de una revolución, que también ha recibido el apoyo de otros países que han querido denunciar lo que le pasó en Amini, y también el de una gran represión, con, de momento, dos penas condenas de muerte, una cifra que se podría ir ampliando en los próximos días.

2.000 acusados para participar en manifestaciones

Aparte de los condenados y los encarcelados, las autoridades del país han acusado a más de 2.000 personas de diferentes delitos por su participación en las movilizaciones. En estas, muy poco habituales hasta ahora, se pide que se ponga fin a la República Islámica. Entre estas 2.000 personas puede haber nuevos condenados a muerte, ya que se enfrentan a este tipo de penas. Las condenas, sin embargo, no han metido miedo a los iraníes, sino al contrario: las protestas se han incrementado en las últimas horas con más manifestaciones y huelgas, coincidiendo con las de hace tres años, en el 2019. Entonces, se protestaba por la subida del precio del combustible y 300 personas murieron por  la represión de las autoridades, según las cifras aportadas por Amnistía Internacional. De hecho, en ciudades del país los comercios tuvieron que cerrar, mientras que la población, especialmente jóvenes universitarios, salieron a la calle para reclamar "mujer, vida y libertad", uno de los lemas que se ha hecho mundialmente conocido a raíz del caso Amini, o "muerte al dictador", en referencia a Ali Jameneí, líder del país. En ellas, las mujeres siguen cogiendo fuego a su velo, algo que hace solo unos meses era impensable, pero la situación ha cambiado radicalmente.