Les robaron un lugar sagrado y cortaron en él los rostros de sus "colonizadores". Para miles de indígenas en los Estados Unidos, la montaña Rushmore es un "símbolo del supremacismo blanco" que promueve Donald Trump, y ahora esperan como un "insulto" la visita del presidente en pleno debate nacional sobre los monumentos y el racismo.

Es por eso que este viernes, un grupo de indígenas sioux han bloqueado la carretera por la cual tenía previsto llegar Trump en la montaña Rushmore. Más de 300 personas han mantenido el bloqueo en la carretera en Keystone S.D durante más de cuatro horas, evitando la entrada de partidarios del presidente norteamericano al acto, que se hace con motivo del aniversario de la independencia del país norteamericano. La policía ha respondido con cargas policiales y 12 activistas han sido detenidos.

Además, la visita de Trump al monumento llega en medio de un proceso de reflexión en los EE.UU. sobre el historial racista de muchos los estadistas y generales homenajeados en monumentos y estatuas. "La montaña Rushmore es un símbolo de injusticia, de desigualdad racial y de supremacismo blanco en los Estados Unidos", ha explicado Nick Tilsen, un miembro de la tribu Oglala Lakota y activista del colectivo indígena NDN, en una entrevista con Efe.

"Se cortó en las tierras sagradas del pueblo Lakota con las caras de cuatro hombres blancos que eran colonizadores de los indígenas, que han creado políticas terribles que siguen afectando a los indígenas hoy. Y que el presidente de los Estados Unidos venga aquí a buscar votos es un insulto enorme", ha añadido.

El pasado sioux de la montaña

Aunque las Colinas Negras pertenecían a la nación sioux según un tratado de 1868, el gobierno se las arrancó durante la fiebre del oro del siglo XIX y nunca las devolvió. El Tribunal Supremo dio la razón a los indígenas en 1980 y obligó a los EE.UU. a pagarles más de 1.300 millones de dólares, pero las tribus no lo han aceptado. "No queremos el dinero, queremos nuestra tierra", ha aclarado a Efe Madonna Thunder Hawk, una líder indígena Lakota de 80 años.

Esta tierra quedó "profanada", según las tribus, entre 1927 y 1941, cuando las taladradoras y la dinamita perfilaron en una de sus pendientes de granito las caras de los expresidentes norteamericanos George Washington (1789-1797), Thomas Jefferson (1801-1809), Abraham Lincoln (1861-1865) y Theodore Roosevelt (1901-1909).