La guerra de Ucrania y la locura de Vladímir Putin no tiene fronteras y nos lleva hasta el País Valencià, concretamente a La Vila Joiosa, en Alacant, donde la semana pasada murió tiroteado un hombre con pasaporte ucraniano que ahora se ha podido saber que era Maksym Kuzminov, de 28 años, un piloto de la fuerza aérea rusa de la que desertó y que, después de ser utilizado por Ucrania para hacer propaganda antirrusa, fue escondido y, supuestamente, protegido. Hasta que fue localizado en este municipio de Alacant y ejecutado a tiros. La Guardia Civil investiga los hechos, que ya siguen esta línea, un asesinato ordenado desde el Kremlin, aunque los portavoces de Putin, de momento, evitan hacer referencia a los hechos. Desde que Maksym Kuzminov, piloto ruso, había desertado, Rusia había puesto precio a su cabeza. Y el asesinato llegó la misma semana que se sabía que el opositor Alekséi Navalni había muerto en una prisión de Jarp.

La investigación del asesinato de este piloto en La Vila Joiosa, donde vivía en una zona con otras personas de nacionalidad ucraniana y rusa, deja algunas incógnitas interesantes.

Presencia de agentes secretos del Kremlin

Más allá de saber quiénes fueron los autores materiales de la ejecución, que todavía no han podido ser detenidos —como mínimo eran dos, y tras disparar más de cinco tiros, escaparon y quemaron el coche en Campello, un municipio junto a La Vila Joiosa—, lo que ha puesto en alerta a la Guardia Civil y también a los servicios de inteligencia españoles es que se han confirmado las sospechas y lo que los informes reservados del CNI y Seguridad Nacional ya habían dicho: hay agentes secretos rusos en territorio estatal.

Y no solo eso. Que tienen capacidad de acción. El asesinato a sangre fría Maksym Kuzminov, haciendo uso de armamento ruso, para marcar claramente quiénes eran los autores intelectuales y materiales, demuestra que hay personas infiltradas del Kremlin en España y que su objetivo es ejecutar a desertores.

¿Cómo fue localizado?

El hombre utilizaba documentación duplicada, ucraniana, y según su pasaporte, era un hombre de 33 años, pero a pesar de estas medidas de protección, el rostro de Maksym Kuzminov era muy conocido, la propaganda rusa lo había marcado como objetivo, y él mismo compareció en una rueda de prensa acompañado de militares ucranianos cuando desertó. Recibió una prima de 500.000 euros y se trasladó a la costa del País Valencià, pero se instaló en una zona donde hay otras personas de nacionalidad rusa y ucraniana, hecho que, sospechan desde la Guardia Civil, le convirtió en un blanco fácil.

La investigación tendrá que servir ahora para aclarar todos los detalles de este caso y si se puede relacionar con una orden directa del Kremlin, y si se puede llegar a identificar, si todavía están aquí, a los agentes secretos rusos que ejecutaron al piloto de 28 años. La presencia en países europeos de agentes secretos rusos es una preocupación para las agencias de seguridad, y si bien se han podido detectar y han sido expulsados, la ejecución de Maksym Kuzminov demuestra que tienen capacidad de actuación y son efectivos. Lo que todavía no se ha podido aclarar es cómo entraron las armas de guerra que utilizaron para asesinar al piloto.

La muerte de Serguéi Protosenya en Lloret de Mar

Al inicio de la invasión rusa de Ucrania en Lloret de Mar, en Girona, se encontró el cuerpo sin vida de un antiguo amigo de Vladímir Putin. Serguéi Protosenya apareció ahorcado en un árbol de su mansión de Lloret de Mar. En el interior de la casa, los cuerpos sin vida de su mujer y su hija, que acababa de cumplir 18 años. Aunque la investigación oficial de los Mossos d'Esquadra aseguró que el hombre había matado a su mujer y a su hija y después se había suicidado, otro hijo del magnate, y heredero de la fortuna familiar, aseguró que el crimen era muy extraño y que tenía sospechas de que había sido un montaje del Kremlin. Nunca se pudo llegar a confirmar la teoría del hijo de Serguéi Protosenya.

Cócteles Molotov en Roda de Berà

Y más efectos de la guerra de Rusia en nuestro país. El pasado mes de octubre unos desconocidos, que todavía no han sido detenidos, atacaron la casa del periodista ucraniano, próximo al Kremlin, Anatoly Sharí en Roda de Berà. Hacia las cuatro y media de la madrugada del 24 de octubre, un desconocido se acercó hasta el exterior de la finca, en la calle de los Pescadors de Roda de Berà, en Tarragona, y lanzó un objeto incendiario contra la fachada de la casa, dejando graves desperfectos. Ni el periodista, ni su pareja ni su hijo, que estaban en el interior del chalet, resultaron heridos.