Carlos Baglietto
06/12/2024. Un hombre consulta su teléfono sentado en la puerta de su casa al lado del barranco del Poyo en Picanya, mientras la vivienda del lado, se ha hundido a causa de la fuerza del agua a la inundación del pasado 29 de noviembre, y donde alguien ha dibujado un cartel de "Help València" (Ayuda a Valencia). / Foto: Manuel Bruque / Efe.
07/12/2024. Una mujer acompañada de niños participa en un desfile navideño, en La Paz. Centenares de personas participaron al desfile de Navidad que se hizo a la ciudad boliviana de La Paz, para fortalecer el espíritu típico en esta época del año en medio de deseos de unidad social y superación de las dificultades económicas que atraviesa Bolivia. / Foto: Gabriel Márquez / Efe.
08/12/2024. Los trabajadores llevan|traen a la cabeza|cabo|jefe montones de ladrillos que pesan más de 15 kg en un horno de ladrillos Narsingdi. Ganan aproximadamente 1 USD solo después de llevar 1.000 ladrillos. Las largas horas de trabajo bajo el sol abrasador, la acumulación masiva de polvo, el riesgo de caída de los camiones y pilas de ladrillos, y el transporte de cargas excesivas suponen graves peligros para la salud de los trabajadores. / Foto: Muhammad Amdad Hossain / Europa Press.
06/12/2024. Un hombre consulta su teléfono sentado en la puerta de su casa al lado del barranco del Poyo en Picanya, mientras la vivienda del lado, se ha hundido a causa de la fuerza del agua a la inundación del pasado 29 de noviembre, y donde alguien ha dibujado un cartel de "Help València" (Ayuda a Valencia). / Foto: Manuel Bruque / Efe.
07/12/2024. Una mujer acompañada de niños participa en un desfile navideño, en La Paz. Centenares de personas participaron al desfile de Navidad que se hizo a la ciudad boliviana de La Paz, para fortalecer el espíritu típico en esta época del año en medio de deseos de unidad social y superación de las dificultades económicas que atraviesa Bolivia. / Foto: Gabriel Márquez / Efe.
08/12/2024. Los trabajadores llevan|traen a la cabeza|cabo|jefe montones de ladrillos que pesan más de 15 kg en un horno de ladrillos Narsingdi. Ganan aproximadamente 1 USD solo después de llevar 1.000 ladrillos. Las largas horas de trabajo bajo el sol abrasador, la acumulación masiva de polvo, el riesgo de caída de los camiones y pilas de ladrillos, y el transporte de cargas excesivas suponen graves peligros para la salud de los trabajadores. / Foto: Muhammad Amdad Hossain / Europa Press.