Al cumplirse un mes del terremoto, el jueves se ha homenajeado en Ciudad de México a las víctimas, con un reconocimiento especial hacia los voluntarios que salieron a la calle aquel día y los días posteriores para buscar supervivientes entre los escombros y ayudar a los afectados.
Todavía conmocionados por el seísmo, los ciudadanos han guardado tres minutos de silencio a las 13.14 hora local (18.14 GMT), la misma hora en la que el movimiento telúrico de 7,1 grados en la escala Richter sacudió el centro y sur del país, dejando a su paso 369 muertos, 228 sólo en la capital.
El gesto surgió de una convocatoria ciudadana para|por redes sociales en la cual se pedía guardar el primer minuto de silencio para recordar a las víctimas, al segundo para reconocer el trabajo de quién ayudaron en los rescates y el tercero para no olvidar los hechos y fomentar una cultura de prevención.
El Jefe del Gobierno de la capital, Miguel Ángel Mancera, ha defendido hoy que la ciudad "ha mostrado una vez más que se puede sobreponer a probas tan duras como la del pasado 19 de septiembre".
Imágenes de destrucción, todavía a la memoria de los mexicanos
Los mexicanos todavía recuerdan las dramáticas imágenes de edificios colapsados (38, en Ciudad de México), los millares de damnificados y los sentimientos de incertidumbre de aquellas personas que no sabían si podrían volver a sus casas o estas serían declaradas inhabitables. No obstante, también se tiene mucho presente las escenas de socorro protagonizadas por miles de personas, especialmente jóvenes, tanto en los escenarios de los rescates como en los centros de apilamiento.
Todo lo anterior ha dejado el mensaje que "reunidos seriamos un México mejor", tal como ha declarado un miembro del grupo de rescate Topos Azteca, Jorge Héctor Díaz, que también hace un llamamiento a la unidad entre jóvenes y el resto de la sociedad.
Nuevos casos de corrupción ven la luz a raíz del seísmo
El terremoto ha destapado varios casos de corrupción. Uno de los más chalados es el caso de la escuela Enrique Rébsamen, que al hundirse causó la muerte de 19 niños y siete adultos. Ahora, el centro educativo es uno de los inmuebles que se investigan por una presunta corrupción.
Un vecino de la escuela, Carlos Gabriel Valdés, ha declarado durante el minuto de silencio: "No podemos permitir nunca más un Ciudad de México de la corrupción, nunca más salir a la calle y dejar a nuestros hermanos, primos, sobrinos, hijos, con el miedo a que eso vuelva a suceder".
Igual que el Rébsamen, otros centros educativos han resultado fuertemente dañados por el movimiento sísmico, mientras que otros esperan la certificación definitiva de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y los arreglos necesarios por|para su reapertura. De las 4.421 escuelas públicas revisadas en la capital, 1.046 no han obtenido un dictamen favorable.
Un país devastado por el terremoto, con réplicas
El seísmo que tuvo lugar el pasado 19 de septiembre ha tenido hasta ahora 39 réplicas, la más grave de 4 grados de magnitud, según especifica Miguel Ángel Mancera.
En varios barrios de la delegación de Iztapalapa (oeste de Ciudad de México), se han contabilizado 19.000 edificios afectados. Muchos de ellos han quedado inhabitables, y en otros una gran grieta ha reventado el suelo de las viviendas y recuerda la potencia del seísmo.
Algunos vecinos, presos del miedo y de la incertidumbre, siguen pernoctando en sus domicilios, en muchos casos construidos por ellos mismos, mientras esperan una respuesta por parte de las autoridades. "No puedes descansar, no puedes tener un sueño profundo. Cualquier ruido hace que te levantes", afirma un vecino afectado, Juan José Uribe.
A pesar del control aparente de las autoridades, centenares de personas siguen durmiendo en tiendas de campaña en la capital mexicana.