El Ecuador no vivo inmerso en una espiral de violencia promovida por el crimen organizado. Después de que el país se asentara después de los hechos del pasado 9 de enero, donde centenares de criminales se amotinaron y pusieron en la cuerda floja el Estado, el pasado miércoles fue asesinado el fiscal que investigaba el asalto armado a una televisión durante este alzamiento criminal. Ante esta situación, el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, ha pedido abiertamente ayuda extranjera, concretamente, de los Estados Unidos (EE.UU.). En una entrevista en la CNN, Noboa ha afirmado: "Necesitamos apoyo militar en términos de mano de obra, de soldados, también asistencia en inteligencia, armamento y equipamiento".

"Necesitamos ayuda extranjera. Esta es la realidad [...] No estamos avergonzados de decirlo", ha remarcado el presidente, según recoge El Español. Noboa ha confirmado que su Ejecutivo ha mantenido contacto con los Estados Unidos y se prevé que una comitiva estadounidense se dirija al país para "hablar con nuestras Fuerzas Armadas y nuestra Policía". Además, Noboa ya adelantó días atrás que el Ecuador trabaja con más de 30 país para dar respuesta a la grave crisis de seguridad que vive el país.

Todo el país en busca de los sicarios

La captura de los sicarios que asesinaron al fiscal César Suárez es ahora una de las principales prioridades de las autoridades del país, que antes de este crimen intentaba recuperar la normalidad en las calles de las principales ciudades bajo una calma tensa y persistente. Horas después del mortal atentado ocurrido en la ciudad portuaria de Guayaquil consiguieron detener a dos de los presuntos sicarios, pero siguen todavía después de la pista de dos más.

Las primeras investigaciones realizadas a la Policía Nacional del Ecuador apuntan que el asesinato puede estar vinculado por la banda criminal Chone Killer, una de las 22 declaradas ahora por el Ejecutivo como grupos terroristas y actores beligerantes no estatales dentro del "conflicto armado interno" decretado por el presidente Noboa. La banda Chone Killer tiene más influencia en el municipio de Durán, que forma parte del área metropolitana de Guayaquil.

Los dos detenidos pasaron a prisión preventiva por orden judicial, después de una rápida audiencia y la formulación de cargos donde la Fiscalía presentó una serie de indicios de convicción como las armas que se les decomisaron y que, según la policía, estuvieron directamente involucradas al crimen. El asesinato de Suárez rompió la sensación de tensa calma con que los ecuatorianos intentaban recuperar la normalidad después de la ola de violencia, atentados, secuestros y motines carcelarios.