Las autoridades iraníes han asegurado este sábado haber conseguido acceso a una gran cantidad de documentos estratégicos y altamente sensibles de Israel, incluidos miles de planes e información sobre instalaciones nucleares del Estado judío. Según ha informado el canal de noticias de la televisión estatal iraní, la información proviene de fuentes bien informadas de la región y se trataría de miles de documentos que abarcan áreas clave de la seguridad israelí. Aunque la inteligencia iraní ya habría obtenido esta información hace tiempo, según estas fuentes, no ha sido hasta ahora que se ha decidido hacerlo público. El motivo, apuntan, es la delicadeza del contenido y la necesidad de trasladar los archivos a una ubicación segura antes de confirmar el contenido.
El comunicado de la televisión iraní se produce pocos días después de que las autoridades israelíes confirmaran la detención de dos personas sospechosas de espiar para la República Islámica. Según la policía y la agencia de seguridad interna Shin Bet, Roy Mizrahi y Almog Atias, los dos de 24 años, fueron arrestados el mes de abril, pero no fue hasta el 20 de mayo que se hizo pública la información. Aunque Israel los vincula con una operación de espionaje por cuenta de Irán, la televisión estatal iraní asegura que, si bien podrían tener alguna conexión con la operación, estos individuos habrían sido detenidos después de que los documentos ya hubieran sido extraídos y trasladados fuera del territorio israelí.
La operación ha sido presentada con gran énfasis por los medios de comunicación iraníes alineados con las autoridades, que han subrayado su relevancia estratégica. La agencia de noticias Tasnim, vinculada al ala más dura del régimen, la ha descrito como "uno de los mayores golpes de la inteligencia iraní de la historia contra el régimen sionista (Israel)". Este episodio se enmarca en un contexto de alta tensión entre la República Islámica e Israel, dos potencias regionales que se perciben mutuamente como una amenaza existencial. En los últimos meses, Israel ha comunicado un aumento en las actividades de espionaje presuntamente orquestadas por Teherán, y ha llevado a cabo varias detenciones por estos motivos. Más allá del ciberespacio, la confrontación entre ambos estados ha escalado hasta acciones militares directas durante 2024.
Asimismo, las autoridades iraníes ejecutaron a finales de mayo a Pedram Madani, condenado supuestamente por colaborar con el servicio de inteligencia exterior israelí, el Mosad. Esta ejecución representó la segunda de 2025 por delitos de espionaje vinculados a Israel, según han informado fuentes oficiales iraníes. Este tipo de represalias forman parte de un patrón habitual en la relación conflictiva entre Teherán y Tel Aviv.