Gazprom ha confirmado los miedos de Alemania: no garantiza el funcionamiento del gasoducto ruso Nord Stream. Exactamente, el consorcio de gas ruso ha dicho este miércoles que no puede garantizar la operación segura del gasoducto que transporta gas ruso a Alemania por debajo del mar Báltico. ¿El motivo? Las dudas sobre la turbina retenida en Canadá, de cuya devolución no tiene constancia. "Gazprom no dispone de ningún documento que permita a la compañía Siemens sacar de Canadá la turbina en reparación para la estación compresora de Portovaya", ha dicho el gigante gasístico en un comunicado. Y añade el siguiente: "En estas circunstancias, es imposible sacar una conclusión objetiva sobre el futuro desarrollo de la situación para garantizar la seguridad del funcionamiento de la estación compresora de Portovaya, esencial para la operación del gasoducto Nord Stream".

Las declaraciones de Gazprom llegan después de que el gobierno de Ottawa (Canadá) haya accedido a permitir la salida hacia Alemania de la turbina para el Norte Stream para no tener que entregarla directamente en Rusia. Siemens había enviado la turbina en cuestión a su planta en el Canadá, que es el único donde se pueden hacer estas revisiones técnicas. Pero después de enviarla no lo ha podido sacar por mor de las sanciones canadienses contra Rusia, motivadas por la guerra en Ucrania. Pero ahora el ejecutivo del Canadá ha permitido enviarla directamente a Alemania. Medios alemanes señalan que la turbina finalmente será transportada en avión y después trasladada "lo antes posible" a la estación de compresión, cerca de San Petersburgo.

Gazprom, sin excusas para enviar gas ruso

El gasoducto Nord Stream es la principal fuente de abastecimiento de gas ruso ahora mismo para Berlín, aunque el flujo se ha reducido en un 60% durante el mes de junio. La causa de esta reducción es presuntamente el conjunto de problemas técnicos relacionados con la retención de las turbinas en el Canadá, según apuntan desde Moscú. Pero el gobierno alemán no se ha creído el argumento de Rusia, que además ha parado el gasoducto para un supuesto mantenimiento planificado hasta el próximo día 21 de julio. Entonces, los alemanes argumentan ahora que Gazprom ya no tiene excusas para no reanudar del flujo de gas, después de la devolución de la turbina.

Alemania tiene el ay en el corazón con este tema. Berlín no ha querido especular sobre lo que pasará después del día 21 de julio, cuando supuestamente acabarán las tareas de mantenimiento del gasoducto ruso. Sin embargo, este martes ha reconocido que la situación está "tensa" y "muy seria". La portavoz adjunta de Economía, Susanne Ungrad, ha afirmado que "hoy por hoy la seguridad del suministro está garantizada", aunque el 23 de junio entró en vigor el nivel de alerta de emergencia por la disminución del suministro de gas procedente de Rusia y los precios elevados.