Los familiares de los rehenes secuestrados por Hamás desconfían del operativo israelí después de que tres rehenes hayan muerto en Gaza tiroteados por solats israelíes. Este grupo de familiares han pedido este sábado en el gobierno de Israel un nuevo acuerdo con el grupo islamista Hamás que permita liberarles, al día siguiente del trágico incidente en Gaza. "Solo una operación militar no salvará las vidas de los secuestrados", ha advertido este sábado Raz Ben Ami, que estuvo capturada por el grupo islamista en Gaza antes de ser liberada durante la tregua del noviembre pasado por el intercambio de rehenes por presos palestinos en Israel. Las familias volvieron a concentrarse en la ciudad israelí de Tel-Aviv, en la conocida como "plaza de los rehenes", pidiendo al Gobierno un nuevo acuerdo que permita traerlos a casa.

El marido de Raz Ben Ami sigue entre los secuestrados, y ella ha afirmado, rodeada de otros familiares de cautivos con fotos de los rehenes, que habían advertido al Ejército israelí del riesgo de que los secuestrados murieran en la ofensiva militar que busca liberarlos y acabar con Hamás. "Desgraciadamente, teníamos razón", ha afirmado. "Recuperar a los secuestrados en un intercambio por prisioneros es urgente. La pasividad del gabinete de guerra no los traerá vivos", ha advertido a Ben Ami, ejerciendo de portavoz de los familiares de los rehenes.

El jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, el general Herzi Halevi, ha asumido el grave error en el ocurrido con la muerte de los 3 rehenes israelíes. "Les Forces de Defensa de Israel, y yo, como su comandante, somos responsables del sucedido y haremos todo el posible para evitar que tales casos se repitan en el futuro en los combates", ha dicho este sábado. El jefe militar ha comentado que "una decisión en una fracción de segundo puede costar la vida o la muerte". "Los tres secuestrados hicieron todo el posible para que entendiéramos que eran israelíes: se movían sin camiseta para que no sospecháramos que llevábamos una carga sobre sus cuerpos y sostenían un trapo blanco", ha relatado, reconociendo el grave error. "Está prohibido disparar contra los que izan una bandera blanca y piden rendirse", ha añadido, a la vez que ha reconocido la presión bajo la cual actúan a sus soldados.

El portavoz ha explicado que los rehenes aparecieron en medio de la zona de combate, a pocas decenas de metros de uno de los soldados israelíes, que los identificó como figuras sospechosas, se sintió amenazado y abrió fuego contra ellos. "Dos mueren inmediatamente, uno resulta herido y vuelve corriente al edificio. Entonces oyeron un grito de ira. Oyeron como pedía ayuda claramente en hebreo. Entonces el comandante del batallón emitió una orden de alto el fuego", ha relatado.
Sin embargo, se produjo otro lanzamiento de fuego hacia esta persona, que era el tercer rehén que finalmente murió, un incidente que "viola las normas de combate" del Ejército israelí, ha aclarado el portavoz.