Europa contiene el aliento ante la amenaza yihadista. Ocho días después de los brutales atentados de París asumidos por el Estado Islámico, Bélgica (en la imagen, militares ante un restaurante hoy, en Bruselas) ha declarado esta madrugada el estado de alerta máxima por el riesgo de un ataque múltiple "inminente" parecido al perpetrado en la capital francesa.

Las medidas preventivas se han extendido, en general, no sólo a la actividad institucional, sino en todos los ámbitos de la vida cotidiana y los grandes acontecimientos, como los deportivos: también se ha visto afectado el clásico que disputan este sábado en la capital de España el Real Madrid y el Futbol Club Barcelona.

Bruselas en alerta máxima

La capital belga ha aparecido esta mañana literalmente tomada por las fuerzas de seguridad. La detención de un presunto yihadista supuestamente vinculado a los atentados de París y el hallazgo de productos químicos y explosivos en una batida en el distrito de Molenbeek ha hecho elevar a las autoridades belgas la alerta antiterrorista del nivel 3 al 4. Los transportes públicos, los grandes almacenes y tiendas, y las principales atracciones turísticas de Bruselas han cerrado ante el riesgo de un ataque múltiple que podría ser "inminente".

Efectivos del Cuerpo Nacional de Policía en las inmediaciones del Santiago Bernabeu / EFE

Madrid-Barça blindado

En Madrid, las fuerzas de seguridad han blindado al máximo las medidas preventivas en torno al Bernabeu, donde a partir de las 18.15 horas de este sábado se disputa el clásico entre el Real Madrid y el Futbol Club Barcelona. Aunque el Gobierno español ha declinado hasta ahora elevar el nivel habitual de alerta antiterrorista, se han extremado las precauciones y las medidas de vigilancia ante un acontecimiento deportivo de marcado carácter global. En total, en el dispositivo participan 2.500 efectivos, incluidos los servicios de seguridad del club blanco, que han extremado las medidas de acceso al estadio. Habrá tres cordones de seguridad para los aficionados.

Seis rusos muertos en Bamako

Las autoridades rusas han informado de que seis empleados de la aerolínea Volga-Dnepr murieron durante el secuestro de ayer por un grupo de yihadistas de un hotel de la capital de Mali, Bamako. La ONU informó en un primer momento de la muerte de 27 personas, entre trabajadores y clientes del hotel Radisson Blu, en la operación de rescate que siguió al secuestro de 170 rehenes, pero la cifra final de víctimas mortales se ha establecido en 19. Además, dos de los asaltantes fueron abatidos por la policía. El secuestro fue asumido por los grupos yihadistas Al Murabitun y Al Qaeda del Magreb Islámico.

París busca la normalidad

A pesar de las excepcionales medidas de seguridad en la capital francesa después de la masacre del llamado viernes negro, en que murieron 129 personas y más de 350 resultaron heridas, los parisinos intentan volver a la normalidad, fatalmente truncada. Los vecinos y los turistas vuelven a llenar hoy bares, restaurantes y terrazas de la capital francesa, también como signo de rechazo a la amenaza terrorista y homenaje a las víctimas. El cerebro de los atentados, Abdelhamid Abaaoud, murió en el asalto de la policía y el ejército a un domicilio del barrio parisino de Saint-Denis.

Cameron-Hollande

El primer ministro británico, David Cameron, se reunirá este lunes en París con el presidente francés, François Hollande, para abordar la lucha contra el terrorismo. Cameron ha dado la bienvenida a la resolución adoptada este viernes por el Consejo de Seguridad de la ONU para "redoblar" las medidas contra el Estado Islámico.