Diputados de diferentes grupos parlamentarios de la Eurocámara se muestran preocupados por la "confrontación" entre los gobiernos catalán y español después de la aprobación en el Parlamento de la ley del Referéndum. La portuguesa Ana Gomes, de los socialistas, y la alemana Ska Keller, copresidente de los Verdes Europeos, instan a las instituciones a iniciar de forma "inmediata" negociaciones que permitan la celebración de un referéndum acordado aceptado por las dos partes.

"Siempre he apostado por este diálogo y creo que es necesario revisar el marco de las relaciones entre Catalunya y España", ha reconocido Gomas. Por el contrario, el también portugués António Marinho, de los liberales, asegura que "la única entidad del mundo que tiene derecho a decidir si Catalunya tiene que ser independiente o no es el pueblo de Catalunya". Por otra parte, la belga Helga Stevens, de los reformistas conservadores europeos, ve la aprobación de la ley del Referéndum como "un paso positivo adelante". Tanto ella como la irlandesa Martina Anderson, del grupo de Esquerra GUE/NGL, piden a España que no lo obstruya y respete su celebración.

Solucionarlo "a través del voto"

La diputada Ana Gomes asegura que "es a través del voto" que se tienen que resolver "grandes cuestiones como las que dividen a la gente en Catalunya". Con todo, está molesta, dice, por el hecho de que la decisión en el Parlamento "fuera tomada deprisa". De hecho, se muestra preocupada ante la situación en Catalunya después de la aprobación de la ley del Referéndum y avisa de que "cualquier violencia sería muy negativa para la UE".

Para ella, la celebración de un referéndum unilateral es "una disputa" que "se contradice con una salida pacífica y democrática". La socialista apuesta para que el referéndum sea acordado y aunque considera que "los dos lados son culpables" de no haberlo conseguido hasta ahora, reconoce también que el referéndum pactado tendría que haber sido concertado. El referéndum de Escocia es "el ejemplo perfecto" de lo que querría para Catalunya.

"Hay que negociar de forma inmediata"

Quien también está preocupada por "las confrontaciones" es Ska Keller. El copresidente de los Verdes Europeos afirma que la situación "se dirige hacia el enfrentamiento institucional" e insta a los gobiernos catalán y español a iniciar negociaciones "de forma inmediata" para evitarlo. Según declara, las negociaciones tienen que servir para establecer un diálogo hacia un referéndum acordado "que permita a los catalanes expresar su voluntad".

Apoyos a la ley del Referéndum

Por otra parte, algunos eurodiputados dan por hecho que el referéndum tendrá lugar el 1 de octubre y esperan que el gobierno español no lo impida. Es el caso de Helga Stevens, que ve la aprobación de la ley este miércoles como "un paso positivo" y considera que "es una prueba de como de democrática es Catalunya". Con todo, Stevens dice que espera que España "no obstruya la organización de la consulta" y permita a la gente votar, "ya sea a favor o en contra". Preguntada por un posible bloqueo del referéndum desde Madrid, la belga afirma que espera que en este caso Barcelona y Madrid "vuelvan a la mesa de negociación y no luchen a través de los tribunales".

António Marinho también opina que los tribunales españoles no tendrían que intervenir y va más allá asegurando que "están dando un muy mal ejemplo de la justicia en el mundo". El portugués dice que sólo los catalanes pueden decidir si son independientes o no y se sorprende que "un grupo pequeño de personas nombradas por los políticos del PP o del PSOE puedan decidir contra la voluntad de los parlamentos escogidos libremente por los pueblos".

La irlandesa Martina Anderson también considera que son los catalanes los únicos que tendrían que escoger su propio gobierno. "Eso es el derecho fundamental de la autodeterminación", asegura. Anderson, que da por hecho que se celebrará el referéndum e irá como en observadora internacional, se muestra "convencida" de que será una consulta "pacífica y basada en la inclusión y el respeto", motivo por el cual según ella "tendría que ser respetado también por el gobierno español". Además, asegura que una vez Catalunya se independice la UE lo abrazaría como un estado más. Con todo, comenta que el derecho de autodeterminación tiene que ser ejercido "bajo la mirada del mundo entero" pero "sin ninguna interferencia".