Una capa de diamantes de hasta 18 kilómetros de grosor podría estar escondida bajo la superficie de Mercurio, el planeta más pequeño del sistema solar y el más próximo al Sol, según una nueva investigación. Los diamantes podrían haberse formado poco después de que Mercurio se fusionara y formara un planeta hace unos 4.500 millones de años, a partir de una nube de polvo y gas en un entorno de alta presión y alta temperatura. Se cree que en este momento el planeta tenía una coraza de grafito que flotaba sobre un profundo océano de magma. Un equipo de investigadores, destaca la CNN, ha recreado este ambiente en un experimento, con una máquina que normalmente se utiliza para estudiar cómo se comportan los materiales bajo presión extrema, pero también sirve para la producción de diamantes sintéticos.

El equipo insertó una mezcla sintética de elementos (silicio, titanio, magnesio y aluminio) dentro de una cápsula de grafito, imitando la composición teórica del interior de Mercurio a los inicios. Después, los investigadores sometieron la cápsula a presiones casi 70.000 veces mayores que los encuentros en la superficie de la Tierra y temperaturas de hasta 2.000 grados Celsius, replicando las condiciones que probablemente se encontraron cerca del núcleo de Mercurio hace miles de millones de años.

Después de que la muestra se deshiciera, los científicos observaron cambios a la química de los minerales bajo un microscopio electrónico y notaron que el grafito se había convertido en cristales de diamante. Este mecanismo, dicen los investigadores, no solo puede darnos más información sobre los secretos que se esconden bajo la superficie de Mercurio, sino también sobre la evolución planetaria y la estructura interna de exoplanetas con características similares, destaca la CNN.

Los misterios de Mercurio

Mercuri es el segundo planeta más denso después de la Tierra. Un gran núcleo metálico ocupa el 85% del radio de Mercurio y también es el menos explorado de los planetas terrestres del sistema solar. La última misión completada en Mercurio, la MESSENGER de la NASA, orbitó el planeta entre marzo del 2011 y abril del 2015, destaca la misma cadena norteamericana. También conocida como la misión de superficie, entorno espacial, geoquímica y medición de la distancia de Mercurio, recopiló datos sobre la geología, la química y el campo magnético del planeta, antes de que la nave espacial se quedara sin combustible e impactara contra la superficie.

Uno de los hallazgos de MESSENGER ha sido precisamente el hecho de que Mercurio es rico en carbono y su superficie es gris a causa de la presencia generalizada de grafito, que es una forma de carbono. Los diamantes también están hechos de carbono puro, formado bajo condiciones específicas de presión y temperatura. Los investigadores querían ver si este proceso podría haber tenido lugar durante la formación del planeta.