El actor estadounidense M. Emmet Walsh, que apareció en más de un centenar de películas para cine y televisión, murió este pasado martes de un infarto a los 88 años, según ha dicho a los medios este jueves su mánager, Sandy Joseph. Walsh (Nueva York, 1935) tuvo una prolífica carrera de seis décadas en teatro, televisión y cine, y entre sus títulos más conocidos están taquillazos como Blade Runner (1982), Critters (1986) o My best friend's wedding (1997).


Su primera película fue Alice's restaurant (1969), tras lo que trabajó con grandes figuras de la gran pantalla, desde Paul Newman hasta Harrison Ford, y hace menos tiempo Daniel Craig, a quien acompañó en la reciente Knives out (2019). "La tremenda obra de Walsh incluye 119 películas y más de 250 producciones televisivas", ha indicado su mánager en un comunicado recogido por The New York Post. Entre las series que protagonizó están Frasier, The X-Files o The twilight zone.

Walsh, de ascendencia irlandesa, nació en Ogdensburg, Nueva York, y era hijo de Agnes Kathrine y Harry Maurice Walsh, un agente de aduanas.​ Creció en un área rural de Vermont y, después de asistir a la Universidad de Clarkson, empieza su carrera en el drama criminal de 1978, Straight Time, donde hizo el papel de un sádico oficial de libertad condicional. Uno de sus papeles más elogiados fue el de Bryant en la clásica película de culto Blade Runner, dirigida por Ridley Scott. Otro de los papeles más notables es el de detective privado en Blood Simple (1984) de los hermanos Coen, actuación que le valió el premio Independent Spirit Award como Mejor actor en 1986. 

"La regla Stanton-Walsh"

"Enfoco cada trabajo pensando que puede ser el último, así que más vale que sea el mejor. Quiero ser recordado como un actor trabajador. Me pagan por lo que haría a cambio de nada", decía el intérprete, según la nota. Según la revista Variety, el crítico de cine Roger Ebert creó la "Regla Stanton-Walsh", que decía que ninguna película que contara con Harry Dean Stanton o M. Emmet Walsh como actor de reparto podía ser mala.