Los Estados Unidos (EE.UU.) y el Reino Unido han identificado al mismo responsable detrás de los últimos ciberataques que han sufrido infraestructuras y políticos: China. Por una parte, la justicia estadounidense ha imputado a siete ciudadanos chinos, a los cuales acusa de ser parte del grupo de piratería APT31, del cual se dice que ha pasado unos 14 años apuntando contra objetivos norteamericanos y extranjeros para promover los objetivos de espionaje económico y de inteligencia de China. Por otra parte, el gobierno británico no ha imputado todavía a nadie, pero ha señalado al Estado chino por las dos "cibercampañas maliciosas" dirigidas contra la Comisión Electoral y contra parlamentarios británicos. Ambas potencias estudian respuestas a estos ataques.

Desde el Reino Unido, se ha afirmado que aliados del país como los Estados Unidos, planean emitir declaraciones similares para "exponer esta actividad y hacer que China rinda cuentas por los continuados patrones de actividad hostil que tienen como objetivo nuestras democracias". Varios países como Nueva Zelanda, Australia o toda la Unión Europea han mostrado su solidaridad con las dos potencias.

EE.UU.: años de sospechas

Según las autoridades estadounidenses, los imputados hace unos 14 años que atacan objetivos de los EE.UU. y extranjeros. "El Departamento de Justicia no tolerará los esfuerzos del Gobierno chino por intimidar a los norteamericanos que sirven al público, silenciar a los disidentes que están protegidos por las leyes norteamericanas o robar a las empresas norteamericanas", ha afirmado en un comunicado el fiscal general, Merrick Garland.

El escrito de acusación alega que los siete incriminados, junto con decenas de agentes de inteligencia del Ministerio de Seguridad Pública de China, piratas informáticos y otro personal de apoyo eran miembros del grupo APT31, que operaba en China y formaba parte de un programa de ciberespionaje dirigido por el Departamento de seguridad del Estado de Hubei, ubicado en la ciudad de Wuhan.

El Reino Unido: un ataque reciente

"Puedo confirmar que agentes asociados al Estado chino fueron responsables de dos cibercampañas que tenían como objetivo nuestras instituciones democráticas y parlamentarios", ha declarado el viceprimer ministro británico, Oliver Dowden, a quién ha añadido: "Puedo confirmar que agentes asociados al Estado chino fueron responsables de dos cibercampañas que tenían como objetivo nuestras instituciones democráticas y parlamentarios".

Según ha detallado Dowden, los ataques se produjeron el verano pasado, contra la Comisión Electoral, que fue "víctima de un complejo ciberataque" en agosto del 2021, en que agentes afiliados al Estado chino ganaron acceso a los correos electrónicos de la comisión y sus sistemas de ficheros. Este ataque "no afectó a la seguridad de las elecciones" y "no impactará en como votan los ciudadanos o participan en procesos democráticos", ha subrayado. Finalmente, ha señalado algunos puntos, en común con los EE.UU.: "Además, el Centro de Ciberseguridad nacional valoró que casi con seguridad un agente afiliado al Estado chino conocido como APT31 intentó llevar a cabo actividad de reconocimiento contra cuentas de parlamentarios británicos durante una campaña en el 2021".