El candidato socioliberal a la presidencia de Francia, Emmanuel Macron, ha sido considerado "más convincente" que su rival, la ultraderechista Marine Le Pen, durante el debate televisado este miércoles por la noche a tres días de la segunda vuelta, según un sondeo.

El 63 % de los encuestados por teléfono al término del debate consideraron a Macron "más convincente", frente al 34 % que se pronunciaron por Le Pen, según la encuesta difundida por la televisión BFMTV. El candidato socioliberal ha sido el preferido por el 95 % de quienes le votaron en la primera vuelta del pasado día 23, mientras que Le Pen lo ha sido por el 85 % que la apoyaron.

Macron también ha sido considerado mejor por el 58 % de quienes votaron en la primera vuelta al conservador François Fillon, tercero de esos comicios, y por el 66 % de quienes lo hicieron por el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, cuarto. 

Áspero debate

Nunca antes Francia había conocido un debate tan áspero entre los dos candidatos al Elíseo como el que esta noche han mantenido Le Pen y Macron, neófitos ambos en la materia y que chocaron en sus políticas pero también en su dialéctica.

Era la primera vez que una candidata de extrema derecha participaba en un cara a cara de la segunda vuelta de las presidenciales, puesto que en 2002, cuando Jean-Marie Le Pen superó la primera, su rival, el conservador saliente Jacques Chirac, se negó a debatir con él.

Fue Le Pen, que los sondeos dan como perdedora, quien ha abierto las hostilidades nada más comenzar el debate, emitido por las dos principales cadenas del país y considerado como la última oportunidad de convencer a los indecisos de cara al decisivo sufragio del domingo.

La candidata del pueblo

La candidata de la extrema derecha ha utilizado su primer turno de palabra para atacar directamente a Macron, a quien consideró "el candidato de las finanzas" y heredero del actual gobierno, frente a ella, que se ha autodenominado como "la candidata del pueblo".

Macron no ha rehuido el cuerpo a cuerpo y sostuvo que Le Pen es la "heredera" del partido "xenófobo" fundado por su padre y de estar desde hace años en política. A partir de ahí, el debate ha sido trabado, con constantes cortes de palabra, bronco, sin ahorrarse insultos y descalificaciones.

Le Pen se ha esforzado en identificar a Macron con el fracaso de las políticas conducidas hasta ahora en Francia, aferrándose al hecho de que fue ministro de Economía entre 2014 y 2016. Ha pintado un panorama apocalíptico, ha acusado a la Unión Europea de impedir el desarrollo económico de Francia y ha propuesto las recetas de patriotismo y nacionalización que ha defendido durante la campaña que le permitió llegar a la segunda vuelta 15 años después de su padre.

Propuestas irreales

Macron ha considerado "irreales" sus propuestas y propuso reformar el país para hacerlo más competitivo, al tiempo que se ha comprometido a impulsar una Europa que proteja a sus ciudadanos.

Acusado de "arrogante" por Le Pen, el exministro ha entrado en el combate dialéctico, que alcanzó sus máximas cotas de agresividad cuando hablaron de la lucha contra el terrorismo.

La candidata ultraderechista ha acusado a Macron de "complacencia con el fundamentalismo islamista", a lo que el socioliberal ha respondido que "nada desean más los yihadistas que la victoria de Le Pen", porque, a su juicio, "buscan la radicalización y la guerra civil"  que ella "lleva al país".