La líder opositora venezolana María Corina Machado se encuentra ya de camino hacia Oslo, aunque no ha podido llegar a tiempo para asistir a la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz prevista para este miércoles. El Comité Nobel confirmó que, a pesar de las condiciones de "peligro extremo" en las que viaja, la premiada se encuentra fuera de riesgo y estará presente en la capital noruega en las próximas horas, aunque sin una hora exacta de llegada.

En un comunicado, el Instituto Nobel destacó el esfuerzo personal de Machado, que “ha hecho todo lo que está en su poder para asistir a la ceremonia”, pero admitió que la situación de su viaje hacía inviable que pudiera aparecer en el acto oficial. Kristian Berg Harpviken, director del Instituto, ya había avanzado horas antes en la televisión pública NRK que la opositora no estaría en el consistorio de Oslo cuando se iniciara el acto a las 13.00 horas.

¿Dónde está María Corina Machado?

En ausencia de Machado, será su hija, Ana Corina Sosa, quien recogerá el galardón y leerá el discurso de aceptación. La opositora permanece desde hace meses en paradero desconocido en Venezuela, tras sufrir un aumento de presiones y amenazas por parte del régimen de Nicolás Maduro. Si finalmente llega a Oslo, esta será su primera aparición pública desde enero, un hecho cargado de simbolismo para la disidencia venezolana y para sus aliados internacionales.

El escenario recuerda otros casos en que los premiados no han podido asistir a la entrega por motivos políticos o de represión. Cuando el disidente chino Liu Xiaobo fue galardonado en 2010 mientras estaba encarcelado, ningún representante pudo sustituirlo, y una silla vacía con su fotografía se convirtió en icono de la ceremonia. En cambio, en 2022, la esposa del bielorruso Ales Bialiatski recogió el premio en su nombre, y en 2023 fueron los hijos de la activista iraní Narges Mohammadi los encargados de representarla, también desde la cárcel.

En Oslo se encuentran ya varios familiares de Machado: su madre, Corina Parisca; su hermana; y su hija, que asumirá el protagonismo en la ceremonia. También han viajado figuras destacadas de la oposición venezolana, incluyendo a Edmundo González Urrutia, candidato presidencial del año pasado y exiliado en España desde 2024, que ha llegado este miércoles a la capital noruega.

Fuerte carga política

La ceremonia de este año tiene una fuerte carga política, y entre los invitados de Machado se encuentran varios jefes de Estado de la región. Están en Oslo los presidentes de Panamá, José Raúl Mulino; de Argentina, Javier Milei; y de Paraguay, Santiago Peña. Se espera también la llegada del presidente de Ecuador, Daniel Noboa. Los cuatro serán recibidos después de la ceremonia por el rey Harald V y más tarde mantendrán reuniones bilaterales con el primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre.

El hecho de que Machado haya viajado a pesar de los riesgos pone de manifiesto la importancia internacional del galardón y el mensaje que el Nobel quiere enviar sobre la represión política en Venezuela. Su presencia, aunque tardía, será un momento clave en una jornada marcada por la ausencia forzada y por el recuerdo de todos aquellos premiados que tampoco pudieron acudir en libertad.