Después del conflicto abierto entre Wagner y el presidente ruso, Vladímir Putin, materializada en una marcha que llegó a estar a pocos kilómetros de Moscú, el grupo ruso de mercenarios perdió la confianza del Kremlin y su líder, Ievgueni Prigojin —oligarca ruso y hasta entonces figura muy próxima a Putin- se exilió en Bielorrusia, previo pacto con Putin, y los mercenarios disolvieron la ofensiva: algunos se regularizaron en el Ejército ruso, como quería el Ministerio de Defensa de Serguei Xoigú, y otros se fueron con Prigojin. Así y todo, la disputa constituyó más un teatro que otra cosa, en tanto que se vio al líder de los mercenarios en San Petersburgo poco después y que, en virtud de los servicios de guerra ofrecidos por los Wagner en el ataque a Ucrania los amotinados quedaron exentos de sanción penal. Ahora, sin embargo, la prioridad de Wagner parece que se aleja de la guerra a Europa y vuelve a donde el grupo de mercenarios ha operado durante los últimos años: el África, llena de recursos naturales y conflictos latentes.

El grupo de mercenarios ruso ha incrementado recientemente su actividad en varios países del África. No es causalidad que la reaparición de Prigojin fuera en la cumbre entre Rusia y los países africanos en San Petersburgo a finales de este julio. El líder mercenario ruso se reunió con delegaciones de Níger, Mali y la República Centroafricana, a dónde los de Prigojin tienen mucha actividad y a dónde ofrece sus servicios a cambio de pagos y recursos naturales. Con el reciente golpe de estado militar en el Níger, que ha derrocado el gobierno democrático afín en Francia, la antigua metrópoli colonial, el papel de Wagner ha sido destacado. De forma similar, la actividad del grupo ha estado creciendo a Mali, también antigua colonia francesa, y en donde las tensiones con el país europeo han crecido.

Banderas rusas en Níger

No es tampoco casualidad que desde el golpe en Níger se hayan visto multitud de banderas rusas, enarboladas por los ciudadanos a favor del nuevo gobierno militar. El gobierno alemán ha advertido esta semana de una "creciente propaganda prorrusa" desde el golpe de estado. Hay una "campaña de desinformación", por una parte, que discurre en paralelo con la distribución en diferentes partes del país de banderas rusas, según afirmó un portavoz del Ministerio de Asuntos exteriores alemán. La misma fuente aseguró, en respuesta a una pregunta en esta dirección, que "desde hace tiempo" se han observado movimientos "sospechosos" tanto en Níger como en otros países africanos, como Burkina Faso. Añadió, no obstante, que no había "certezas" sobre una supuesta implicación en estos del grupo de mercenarios ruso Wagner.

Prigojin apoyó previamente el disturbio militar en Níger, aunque no aludió a su posible papel en la trama golpista. En un audio reproducido por canales de Telegram, Prigojin aseguró que "lo que ocurrió en Níger no es otra cosa que la lucha del pueblo nigerino con los colonizadores". El grupo mercenario ruso Wagner está "aprovechando" la inestabilidad en Níger, ha afirmado el secretario de Estado de los EE.UU., Antony Blinken, si bien aclaró que no creía que Rusia estuviera detrás del reciente golpe de estado. "Creo que lo que pasó, y lo que sigue pasando en Níger, no fue instigado por Rusia ni por Wagner, pero trataron de aprovecharse de eso. Cada sitio al cual ha ido este grupo Wagner ha seguido la muerte, la destrucción y la explotación," dijo Blinken.

Por su parte, el presidente depuesto de Níger, Mohamed Bazoum, que desde hace dos semanas se encuentra retenido después del golpe de estado, advirtió que si se consolida el golpe "toda la región podría caer bajo la influencia rusa". "Con una invitación abierta de los conspiradores y sus aliados regionales, toda la región central del Sahel podría caer bajo la influencia rusa a través del grupo Wagner, cuyo terrorismo brutal se ha visto claramente en Ucrania", escribió Bazoum. También criticó a los vecinos Mali y Burkina Faso —próximos a Wagner- para "dar apoyo al golpe ilegal", y los acusó de utilizar mercenarios de Wagner "a costa de la dignidad y los derechos de sus ciudadanos".

Bazoum pidió a los Estados Unidos que interviniera para parar el golpe, mientras que Biden pidió la liberación del presidente depuesto y el retorno a la democracia. Así y todo, Prigojin afirmó que los EE.UU. está dispuesto a reconocer a la junta militar que dio un golpe de estado a Níger solo para evitar la presencia de los wagnerites en este país. El jefe de Wagner comentó así la visita de la "número dos" del Departamento de Estado de los EE.UU., Victoria Nuland, a Níger, donde se reunió la semana pasada con varios líderes golpistas, aunque no consiguió avances significativos para restablecer la orden constitucional. Después de las reuniones, la diplomática dijo que "las personas que tomaron la decisión" sobre el golpe de estado en Níger son muy conscientes de los riesgos que supone para su soberanía una invitación de Wagner".

Mali contrata los servicios de Wagner

Mali, también excolonia francesa y que, de hecho, ha dado apoyo al golpe de estado en el Níger, cuenta con los servicios de los mercenarios Wagner en la lucha contra el yihadismo. En el verano de 2022, Francia tuvo que abandonar sus bases a Mali después de más de nueve años de presencia militar para combatir la amenaza yihadista por los choques con la actual junta militar, que gobierna después de un golpe de estado el año pasado, y Wagner. A cambio de sus servicios, Wagner recibe recursos naturales y riqueza de estos países africanos, ricos en minerales como el oro.