El asesinato a tiros del alcalde de una localidad mexicana ha conmocionado al país y puede desembocar en un terremoto político y social. Carlos Manzo Rodríguez, alcalde de Uruapan, en el estado mexicano de Michoacán, fue abatido parte de unos sicarios en medio de una plaza abarrotada de gente, incluida su mujer y sus hijos, durante la celebración del festival tradicional por la Noche de Muertos. Recibió seis tiros y fue trasladado aún con vida en ambulancia al Hospital Fran Juan de San Miguel, pero no pudieron hacer nada por él y finalmente falleció. Un regidor del ayuntamiento también presente, Víctor Hugo de la Cruz, resultó herido de gravedad.
Los escoltas del alcalde abatieron en la misma plaza a uno de los sicarios y detuvieron a dos personas más vinculadas al atentado. No encontraron ninguna identificación al revisar las pertenencias del atacante abatido, por lo que las autoridades trabajan para determinar su identidad y a qué cartel del narcotráfico pueden pertenecer —según la Fiscalía del país, en Uruapan operan las organizaciones Cartel Jalisco Nueva Generación, Los Caballeros Templarios, Los Viagras, Pueblos Unidos y Los Blancos de Troya—.
Tras el crimen, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, habló con las autoridades locales y estatales y convocó una reunión extraordinaria este domingo a su gabinete de seguridad. Sheinbaum ha condenado "con absoluta firmeza" el "vil" asesinato de Manzo Rodríguez y ha expresado sus condolencias a la familia. La presidenta ha aseverado que garantizará el apoyo a Michoacán y que no habrá impunidad. El gobierno mexicano también ha aseverado que el alcalde de Uruapan contaba con protección federal y municipal desde 2024 y, como tal, estaba en contacto permanente y directo con el Ejército y la Guardia Nacional.

El alcalde asesinado llegó al poder en Uruapan en 2024, como candidato independiente y con el eslogan "El del sombrero". Antes, había sido diputado federal desde 2021 bajo las siglas de Morena, el partido de izquierdas de Claudia Sheinbaum y el expresidente Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, Carlos Manzo Rodríguez se desmarcó de la formación y a lo largo de 2025 se había convertido en una figura conocida por alzar la voz exigiendo a Sheinbaum apoyo federal para luchar contra el crimen organizado y el narcotráfico. El alcalde, muy presente en redes sociales, incluso anunció recompensas para policías municipales que abatieran a sicarios.
Tras lo sucedido, cientos de mexicanos han salido este domingo a las calles para exigir justicia. Las manifestaciones, en un principio pacíficas, han derivado en algunos casos en disturbios. En Morelia, un grupo de manifestantes trató de irrumpir en el palacio del gobernador de Michoacán, ahora Alfredo Ramírez Bedolla, para exigir su dimisión. Videos difundidos en redes sociales muestran el momento en que varios manifestantes forzaron las puertas del Palacio de Gobierno e ingresaron al inmueble, donde lanzaron objetos, rompieron mobiliario y prendieron fuego a parte del interior. Algunos de ellos han gritado consignas como "el gobierno lo mató", "ya basta de abusos u omisiones" o "fuera Morena", expresando su descontento con la supuesta inacción del ejecutivo mexicano contra el narcotráfico.

Asimismo, cientos de familiares, simpatizantes y habitantes de Uruapan han clamado pidiendo justicia por Carlos Manzo mientras acompañaban su cortejo fúnebre desde la funeraria hasta la plaza principal de la ciudad, el punto en el que fue asesinado a tiros. Grecia Quiroz, esposa de Manzo, llamó al pueblo de Uruapan a seguir la lucha de él. "Hoy le digo al pueblo de Uruapan que no decaigamos, que nos unamos, que nos levantemos como a él le hubiese gustado, que luchemos, que defendamos a nuestros hijos con uñas y dientes, que defendamos ese Uruapan de antes, que defendamos nuestra patria porque él hubiera sido el mejor presidente de México", ha dicho ante el féretro.
La viuda de Manzo llamó a los padres de familia a educar a sus hijos para evitar que se involucren en el crimen organizado, al recordar que también está sufriendo la madre del sicario abatido por la escolta de su esposo. "Ayer no solo murió él; murieron dos, que al final de cuentas es otra madre que hoy está llorando en su casa. Es otra madre que quizá, si hubiera educado a su hijo, le hubiera dado amor, le hubiera dado cariño, le hubiera guiado por ese buen camino, quizá ese hijo no hubiera atentado contra la vida de mi Carlos", explicó.