Un método de ejecución que parecía una cosa del pasado vuelve a ser noticia en los Estados Unidos. El departamento penitenciario de Carolina del Sur realizará este viernes su primera ejecución mediante el pelotón de fusilamiento, una práctica aprobada hace un año para combatir la escasez de los fármacos utilizados para las inyecciones letales. Brad Sigmon será atado a una silla, se le pondrá una capucha en la cabeza, se le colocará un objetivo sobre el corazón y, acto seguido, tres voluntarios armados con rifles dispararán simultáneamente balas dirigidas a su pecho. Sigmon, de 67 años, fue condenado por el asesinato de los padres de su expareja con un bate de béisbol, en el 2001, después de que ella se negara a volver con él. Ahora, 24 años después, será la primera persona en morir por fusilamiento en Carolina del Norte desde que la pena de muerte se reanudó en el país en 1976.

Los abogados del condenado explicaron que Sigmon no quería morir en la silla eléctrica porque "lo cocinaría vivo", según explica The Associated Press. Tampoco mediante una inyección letal, cuyas propiedades se mantienen en secreto en Carolina del Sur. De esta manera, la única vía disponible para ejecutar la pena era el pelotón de fusilamiento. La ejecución se llevará a cabo en el correccional Broad River, en Columbia, donde se ha construido un área específica para este propósito. El Estado invirtió aproximadamente 54.000 dólares en 2022 para habilitar esta instalación, que está cerca de la habitación de la silla eléctrica. Este acontecimiento marca un cambio significativo en los métodos de pena capital en Carolina del Sur.

En los últimos años, algunos defensores de la pena de muerte han empezado a ver al pelotón de fusilamiento como una opción más humana y piadosa, ya que sostienen que si el objetivo de los tiradores es matar a una persona lo más rápido posible, la muerte mediante este método es casi instantánea. Otras opciones como las inyecciones letales requieren más tiempo solo por el simple hecho de que se tiene que introducir la aguja en una vena. Además, la silla eléctrica puede quemar y desfigurar al individuo en cuestión y es habitual ver cómo los reclusos se retuercen y luchan cuando se utiliza este método, según explica The Associated Press.

El violento historial del pelotón de fusilamiento

La opción escogida por Sigmon, el pelotón de fusilamiento, tiene una historia larga y violenta en los Estados Unidos y en todo el mundo. Es una vía que ha sido usada para castigar los amotinamientos y la deserción en los ejércitos, también como método de ajusticiamiento en el Viejo Oeste y como herramienta de terror y represión política en la antigua Unión Soviética y la Alemania nazi. En España, el fusilamiento fue una práctica recurrente durante la Guerra Civil y la dictadura franquista. Miles de personas fueron ejecutadas mediante este método, a menudo sin garantías judiciales, en una oleada represiva que se alargó mucho después del final del conflicto. Las ejecuciones franquistas por fusilamiento afectaron a desde militares leales a la República hasta intelectuales, sindicalistas y ciudadanos acusados de desafectarse al régimen.