La metrópoli china de Chengdu impondrá un nuevo confinamiento generalizado y severo en toda la ciudad este jueves por la noche. La medida hará quedar en casa ni más ni menos que 21 millones de residentes. El país está potenciando y duplicando su política de covid cero, todo justa antes de la reunión clave del Partido Comunista. Todos los residentes de la capital de la provincia de Sichuan, en el suroeste de China, se los ha ordenado quedarse en casa a partir de las 6 de la tarde del jueves, excepto para pruebas obligatorias de covid. Las pruebas masivas se implementarán de jueves a jueves, según ha dicho el gobierno de la ciudad.

Las familias pueden enviar a alguien del grupo a comprar comida una vez al día con una prueba negativa, y los residentes con solicitudes de emergencia, como por ejemplo, requerir visitas médicas, tienen que obtener la aprobación del comité vecinal para poder salir. Se cerrarán todos los negocios excepto supermercados, farmacias y hospitales. Los restaurantes podrán abrir, pero solo para ofrecer comida para llevar.

Este es el confinamiento más importando de una ciudad desde que la Shanghái, centro financiero de 25 millones de personas, salió de un confinamiento severo el mes de junio. Shanghái reportaba miles de infecciones al día a finales del mes de marzo. Chengdu registró este miércoles unos 156 casos, elevando al número total de casos en 700 la semana.

La estrategia de covid cero de China

China es uno de los últimos lugares del mundo donde se aplican medidas estrictas de coronavirus, y se basan en una amplia vigilancia digital, pruebas masivas, cuarentenas muy largas y cierres rápidos. Pero cada vez hay más detractores. En este sentido, la estrategia se enfrenta a desafíos crecientes de la variante ómicron y una población vacunada al 89,8%, según el portal Our World in Data, han obligado a China a tomar medidas. En los últimos 10 días, se han registrado nuevos casos locales en las 31 provincias y regiones de la China continental.

En este sentido, la CNN hace una pequeña recopilación de los últimos cierres en China. Esta semana también se ha cerrado el mercado de productos electrónicos mayor del mundo, el marcado de Huaqiangbei, en Shenzhen. Se han cerrado también diferentes barrios residenciales, 24 estaciones de metros y centenares de estaciones de autobuses en toda la ciudad. En la ciudad portuaria de Dalian, se impuso un bloqueo el jueves y se prolongó hasta el domingo en las principales áreas urbanas, cosa que afectó a unos 3 millones de residentes. En Shijiazhuang, la capital de la provincia de Hebei en el norte de China, las autoridades suspendieron el transporte público en la ciudad durante el fin de semana, después de que se detectaron 30 infecciones durante las pruebas masivas. Cuatro distritos ordenaron además de 3 millones de residentes trabajar desde casa hasta el miércoles por la tarde. En el oeste de China, Xining, la capital de la provincia de Qinghai y hogar de 2,5 millones de personas, ordenó un cierre del lunes al jueves en sus áreas urbanas y suspendió el transporte público.

Así, pues, los confinamientos son continuos en el país y tienen consecuencias económicas. Por ahora, este se ha paralizado. En julio, el paro juvenil en China consiguió un máximo histórico, con uno de cada cinco jóvenes sin trabajo, destaca la cadena de Estados Unidos.

 

Imagen principal: un miembro del personal sanitario realiza una prueba de detección del coronavirus en la China / Efe