El gobierno de Joe Biden ha pedido al Tribunal Supremo de los Estados Unidos que bloquee la aplicación de una ley federal que ha prohibido gran parte de los abortos al estado de Texas. En la petición hecha este lunes, el Departamento de Justicia ha argumentado que la ley es inconstitucional y contradice el precedente jurídico establecido por el caso Roe v Wade, que en 1973 legalizó la interrupción del embarazo en el conjunto del país.

Actualmente, el Tribunal Supremo de los EE. UU. está compuesto por nueve jueces, tres progresistas y seis de tendencia conservadora, por lo cual la administración Biden se enfrenta a un reto difícil.

Roe v Wade

Al principio de octubre, el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito, uno de los más conservadores del país, restituyó temporalmente la ley tejana de aborto, justo dos días después de que un juez la suspendiera. En su petición al tribunal más alto norteamericano, el gobierno de Biden ha contradicho esta decisión, citando expresamente el caso que legalizó el aborto en los Estados Unidos, el de Roe contra Wade, que se decidió basándose en el derecho fundamental a la vida privada.

Burlarse la constitución

El Departamento de Justicia ha pedido en Supremo que suspenda la ley de manera preventiva con el fin de proteger a las personas que puedan sufrir daños irreparables mientras que el tribunal se pronuncia definitivamente sobre la constitucionalidad de la prohibición en Texas.

Concretamente, han acusado al estado conservador de intentar crear "una estructura sin precedentes para frustrar los precedentes jurídicos" y burlarse las "defensas constitucionales" que protegen el derecho a la interrupción del embarazo.

La ley

La polémica norma entró en vigor el pasado 1 de septiembre y prohíbe prácticamente cualquier interrupción del embarazo en Texas. La norma limita el acceso al aborto al cabo de seis semanas, que es el tiempo que una persona acostumbra a tardar en darse cuenta de que está embarazada. Por lo tanto, si bien en la práctica no ilegaliza la interrupción, hace prácticamente imposible el aborto.

La decisión de restituir la ley la ha tomado el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito, uno de los más conservadores del país. Ha sido el fiscal general de Texas, el republicano Ken Paxton, a quien ha interpuesto este viernes un recurso contra la sentencia adoptada el miércoles por un juez federal de distrito.

Hay muchos aspectos de la ley del aborto en Texas que no parecen del siglo XXI, pero una de las más destacadas: la recompensa a los justicieros que denuncian a sus vecinos. Es decir, que la nueva normativa no solo permite, sino que premia a los particulares que presenten demandas civiles contra cualquier persona que ayude en una embarazada a abortar. Si la demanda que presenta este particular la gana se ofrecen hasta 100.000 dólares de recompensa.

 

Foto principal: el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden / Efe